El huevo es uno de los ingredientes esenciales a la hora de preparar determinadas recetas. No sólo es un producto básico, sino también una auténtica fuente de proteínas y vitaminas.
Los huevos son una gran fuente de proteínas y vitaminas, por lo que los expertos los recomiendan a los deportistas. Sin embargo, la pregunta que surge con frecuencia es: ¿cuál de los dos, el amarillo y el blanco, es más beneficioso para la salud?
Un aporte proteínico para el organismo con la clara de huevo
La clara de huevo está repleta de proteínas de alta calidad que contribuyen a un crecimiento sano y a la regeneración de los tejidos. También es útil para regular las funciones corporales.
En concreto, contienen 4 g de proteínas por sólo 17 calorías. Un huevo de tamaño medio contiene 2,7 g de proteínas. Este nutriente está repleto de aminoácidos esenciales para el organismo.
En cuanto a la yema, su contenido en proteínas es inferior al de la clara, pero también aporta otros nutrientes esenciales. Contiene vitamina D, B12 y colina, que contribuyen a la salud en general.
Centrarse en el impacto de los huevos sobre la salud cardiovascular
Las yemas de huevo han sido señaladas por su alto contenido en colesterol. Para confirmar esta sospecha, se realizó un estudio en la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Llegó a la conclusión de que comer hasta 1 huevo al día, sin sobrepasar esta cuota, no tiene ninguna repercusión en la salud del corazón.
Si se combina el consumo de la yema con una dieta inadecuada y un mal estilo de vida, puede surgir el temido riesgo.
Por dar algunas cifras, un huevo medio contiene 186 mg de colesterol, mientras que la recomendación es de 300 g al día para un adulto.
¿Y el número de huevos que deberíamos comer a la semana?
Contrariamente a la creencia popular, las personas que comen 7 u 8 huevos a la semana gozan de una buena salud cardiovascular. Es lo contrario de quienes limitan su ingesta.
Los que siguen una dieta hipocalórica se limitan a las claras de huevo, ricas en proteínas. Sin embargo, esto no es motivo para privarse de la yema, que también es rica en nutrientes esenciales.
Este alimento se presta a muchas preparaciones deliciosas, desde tortillas hasta versiones hervidas. Así que aprovéchalo al máximo.