¡Unos cuantos remedios imparables para alejar a las hormigas de tu baño!

Durante los meses de verano, el problema de las hormigas en el cuarto de baño resulta familiar. Estos molestos bichitos pueden poblar la habitación en muy poco tiempo.

Afortunadamente, puedes recurrir a remedios naturales, que son increíblemente eficaces para mantener a raya a las hormigas sin recurrir a productos químicos.

Hoy vamos a ver algunas soluciones naturales para acabar con la invasión de hormigas en el cuarto de baño. Así, podrás disfrutar de un verano tranquilo.

Vinagre blanco

El vinagre blanco es el producto número uno para disuadir a las hormigas. A estos insectos no les gusta el olor de este producto y huirán en un santiamén.

Para aprovechar al máximo este truco, mezcla 1/2 vaso de vinagre con una parte de agua y viértelo en un pulverizador. A continuación, pulveriza esta solución de vinagre sobre las zonas del cuarto de baño frecuentadas por las hormigas.

El olor del vinagre repelerá a las hormigas y tu cuarto de baño quedará por fin libre de estos insectos.

Limones

El limón es un cítrico con un aroma muy agradable, pero las hormigas no lo soportan. Por eso puedes utilizar este cítrico para solucionar el problema de las hormigas que invaden tu cuarto de baño.

Coge un limón y pártelo por la mitad. A continuación, frota el limón por todas las zonas donde veas hormigas. El olor agrio del limón ahuyentará a las hormigas y no volverán.

Especias

En la cocina solemos reunir una serie de especias, muchas de las cuales actúan como repelentes naturales de hormigas.

Por ejemplo, puedes utilizar guindilla, pimienta, canela en polvo o clavo para deshacerte de estos bichitos de una vez por todas.

¿Cómo utilizar estas especias? Basta con espolvorearlas a lo largo de los puntos de entrada de las hormigas. Los productos crearán una especie de barrera y las hormigas ya no podrán entrar.

Polvos de talco para bebés

Los polvos de talco pueden utilizarse para combatir la invasión de hormigas en el cuarto de baño. Para ello, vierta este polvo blanco en los lugares más frecuentados por las hormigas, como ventanas o grietas.

El talco confundirá su sentido de la orientación y las hormigas no volverán a esta zona.