En la cocina, el microondas se ha convertido en un aliado inestimable a cualquier hora del día. Sin embargo, no siempre se sabe cómo limpiarlo sin mover un dedo. Aquí tienes nuestras mejores técnicas.
El microondas es un aparato muy práctico que sirve para calentar una taza de leche o descongelar un trozo de carne. Incluso es útil para cocinar un plato de verduras.
Sin embargo, a veces se descuida la limpieza de este aparato. Si no sabes qué hacer, ¡te lo contamos!
Agua jabonosa
Si quieres limpiar tu microondas, empieza por el plato giratorio. Retíralo del aparato, colócalo en el fregadero y límpialo con una esponja, agua caliente y unas gotas de detergente. A continuación, sécalo bien antes de volver a colocarlo en el aparato.
Limpie las paredes interiores y la puerta con una esponja suave y un poco de detergente líquido. A continuación, aclara la esponja y vuelve a utilizarla para limpiar el aparato. Por último, seca con un paño de microfibra.
Spray desengrasante
Para limpiar la puerta y las paredes interiores de su aparato, utilice un desengrasante para hornos corriente.
Para ello, pulverícelo sobre las superficies a limpiar y déjelo actuar unos minutos antes de frotar con una esponja húmeda. Pase la esponja varias veces por la superficie para eliminar cualquier resto de producto y, a continuación, seque con un paño suave.
Vinagre blanco
El vinagre blanco es un valioso aliado doméstico con fantásticas propiedades desengrasantes, blanqueadoras y desodorantes. Gracias a todas sus cualidades, puedes utilizarlo para dejar tu microondas como nuevo. Para ello, vierte una pequeña cantidad de este producto en una taza y añade un poco de agua.
Colócalo todo en el plato giratorio y enciende tu aparato a máxima potencia durante 2 minutos. Pasado este tiempo, retira la taza y limpia el interior del horno con un paño limpio.
Limón
Este cítrico amarillo destaca por su versatilidad y sus múltiples usos. En esta ocasión, vamos a utilizarlo para limpiar el microondas. Basta con seguir el mismo procedimiento que con el vinagre blanco.
El vapor de agua combinado con la acidez del limón eliminará cualquier suciedad que invada las paredes y la puerta de tu electrodoméstico. A continuación, basta con retirar los residuos con una esponja húmeda. Termine la operación de limpieza secándolo todo con un paño.
