Es perfectamente normal sudar y sentirse incómodo cuando se duerme por la noche durante los meses de verano. El calor se siente no sólo en el dormitorio, sino en todo el cuerpo. Si no necesitas aire acondicionado, siempre puedes recurrir a los ventiladores. Un viejo truco consiste en mojar el suelo antes de irse a dormir. La idea es bajar la temperatura ambiente.
Se acabó la sudoración excesiva y el sueño incómodo en verano: olvídate del aire acondicionado
Mantener el dormitorio fresco empieza por elegir bien la ropa de cama. Elige sábanas de algodón, que son más ligeras y transpirables, pero absorben la humedad para mantener la piel seca y fresca.
Decántate por las plantas verdes, que tienen propiedades purificadoras del aire. Estas plantas absorben el calor y producen oxígeno para crear un ambiente más fresco y relajante.
Esta alternativa no cuesta casi nada, y además queda genial. Por último, vale la pena adoptar el truco de la botella de agua helada. Se puede colocar en la mesilla de noche.
Refrescará el ambiente y te dará una sensación de frescor. Una técnica de moda es colgar 2 botellas de agua helada en el ventilador. El aire difundido por este aparato será más fresco.