Limpiar el cuarto de baño requiere mucho tiempo y atención. Si el inodoro es un escondrijo de gérmenes y bacterias, la ducha es la estancia más húmeda, donde el moho crece con rapidez.
Para limpiarlos correctamente, olvídate de los productos de limpieza llenos de sustancias tóxicas y nocivas y opta por productos naturales, eficaces y poco contaminantes. Aquí tienes algunas recetas milagrosas para dejar tus baños tan limpios como el día que los compraste.
Un producto casero para el inodoro
Para prescindir de los limpiadores químicos, aquí tienes una eficaz mezcla de productos para eliminar los gérmenes de tus inodoros. Mezcla una taza de percabonato sódico, una taza de vinagre blanco, 10 gotas de aceite esencial de lavanda y 5 gotas de aceite esencial de limón.
A continuación, aplica la solución en el inodoro y déjala actuar toda la noche. Por la mañana, simplemente tira de la cadena y tu inodoro estará limpio.
Pastillas aromáticas para el inodoro
Puedes preparar tus propias pastillas para reducir los olores del inodoro. Necesitarás preparar los siguientes ingredientes: una taza de bicarbonato de sodio, media taza de ácido cítrico, 20 gotas de aceite esencial de menta y una botella con pulverizador llena de agua.
Empieza echando el bicarbonato de sodio y el aceite esencial en un bol. Mezcla bien y añade el ácido cítrico. Rocía la mezcla con agua. A continuación, colóquela en un molde de silicona. Rocía de nuevo y deja reposar durante unas 5 horas.
La solución antical más potente
Para que tus grifos y sanitarios brillen, el método más eficaz es, sin duda, mezclar bicarbonato sódico con agua. Para ello, debes hacer una mezcla de ¾ de bicarbonato y ¼ de agua.
Una vez que hayas obtenido una crema no demasiado líquida, aplica la solución a todos tus accesorios sanitarios utilizando una esponja. Puedes dejarla actuar unos minutos para eliminar bien los restos de cal. Tras la limpieza, aclara con agua limpia y pasa un paño seco.
La solución desinfectante
Es probable que tus cuartos de baño tengan superficies de plástico y metal. Para desinfectarlas, prepara una solución de agua y sal en un cuenco. A continuación, empapa un paño en la mezcla y limpia las superficies afectadas. Por último, aclara con agua limpia.