¿Sabías que mucha gente utiliza posos de café para mantener la vajilla impecable? Es un método ecológico y económico que se está poniendo de moda.
En el día a día, nos limitamos a tirar los posos de café a la basura porque son residuos inútiles. Sin embargo, quizá no sepas que los posos de café se pueden reutilizar de muchas maneras, incluso como detergente para el lavavajillas.
De hecho, si utilizas posos de café para lavar los platos, es una solución natural, ecológica y casi gratuita para eliminar las manchas de grasa más difíciles.
¿Cómo puedo reciclar los posos de café en casa?
Los posos de café combinados con aceite de coco o de oliva pueden crear un exfoliante natural para la piel. Aplicado sobre la piel húmeda con un suave masaje, puede eliminar las células muertas para conseguir una piel más suave y radiante.
Los posos de café también son un aliado inestimable a la hora de eliminar los malos olores del hogar, gracias a sus propiedades absorbentes. Colócalos en pequeñas bolsas de tela o cuencos abiertos en el frigorífico, los armarios o las estanterías de los zapatos para absorber los malos olores.
Este residuo, erróneamente considerado inútil, es un producto nutritivo que constituye una fuente inagotable de potasio, nitrógeno y fósforo que puede potenciar el crecimiento de tus plantas. Mézclelo con tierra para macetas o de jardín para abonar las plantas y estimular su crecimiento.
Los posos de café también son conocidos por su intenso olor, que puede repeler a ciertos insectos indeseables. Para utilizarlo como repelente natural de insectos, coloca los posos de café en bolsitas. Después, colócalos en rincones estratégicos para repeler insectos como moscas y hormigas.
¿Por qué limpiar los platos con posos de café?
Los posos de café pueden ser una solución eficaz para eliminar los restos de comida más resistentes de ollas y sartenes. Es muy potente para eliminar las manchas de grasa rebeldes de los platos.
Es muy sencillo: coge una esponja húmeda y empápala en posos de café, que tienen el poder de capturar la grasa y limpiar todo tipo de superficies.
A continuación, pasa la esponja por la vajilla, la cubertería y las cacerolas para eliminar las manchas de grasa. Termina aclarando y tendrás una vajilla limpia y brillante.