Harina: refrigerar durante 2 días antes de utilizarla.

La harina es un ingrediente básico en multitud de platos deliciosos. Pero ¿sabía que debe guardarse en el congelador durante dos días antes de utilizarla? He aquí por qué.

Mientras todo el mundo intenta olvidar los duros tiempos de la pandemia, a menudo nos vienen a la memoria esas imágenes de paquetes de harina saqueados de prácticamente todos los supermercados.

Estos paquetes de harina servían para hacer pan, pasta casera, pizza, masa quebrada y focaccia durante varios meses, poniendo fin a las dificultades del confinamiento impuesto.

Hoy en día, esta moda de los productos caseros a base de harina se ha apagado considerablemente. Sin embargo, este ingrediente sigue siendo la base de muchas preparaciones dulces y saladas en las cocinas de todo el mundo.

¿Por qué meter la harina en la nevera 2 días antes de usarla?

Poca gente sabe que la harina debe meterse inmediatamente en el congelador al menos dos días antes de su uso. Suena muy extraño, pero la razón es bastante fundamental. Y para estar sano, hay que tomar todas las precauciones necesarias.

Cuando dejas paquetes de pasta abiertos o mal conservados, puedes notar la aparición de pequeños ácaros o insectos. Lo mismo ocurre con la harina. Estas criaturas prosperan en ambientes cálidos, húmedos y poco iluminados. Así que si pones paquetes de pasta, arroz y harina en la despensa, se presenta un clima favorable para su proliferación.

Si pones un paquete de harina en la despensa, tendrás que tirarlo cuando los insectos o las polillas alimentarias lo infesten. Por eso hay que meter la harina en el congelador unos dos días antes de utilizarla. Así te asegurarás de que todos los pequeños insectos presentes en tu comida desaparezcan debido a las bajas temperaturas.

Otro consejo para mantener a los ácaros alejados de la harina es conservarla con aceite esencial de eucalipto o clavo, que son repelentes naturales. En verano, sin embargo, la harina debe guardarse directamente en el frigorífico.

Con estos consejos prácticos, puedes reducir el desperdicio de alimentos y fomentar la filosofía “casera” en tu dieta.