El nuevo método suizo permite conservar el queso fresco durante más tiempo.

¿Es usted un gran amante del queso? Sabes perfectamente que conservar el queso fresco es todo un reto. Pero que no cunda el pánico, porque hoy va a descubrir una nueva técnica para conservar su queso fresco durante más tiempo sin alterar su calidad ni su sabor.

Conservar el queso fresco durante varias semanas: éste es el nuevo método suizo

El queso es uno de nuestros alimentos más populares, pero a menudo resulta difícil conservarlo fresco durante más tiempo. Ahí es donde entra en juego el método suizo, para conservar el queso durante varios días, o incluso varias semanas.

Esta nueva técnica consiste en envolver el queso con una película protectora especial para protegerlo del aire y otras sustancias que podrían comprometer su calidad.

El resultado es un queso más fresco y sabroso durante más tiempo. Pero, ¿cómo se lleva a cabo este método suizo de conservación?

No todos los tipos de queso son adecuados para este tipo de conservación. Por regla general, los quesos de consistencia dura o semidura, como el Parmigiano Reggiano, el Pecorino Romano o el Fontina, pueden conservarse durante más tiempo. La razón es sencilla: ya están curados.

No obstante, si lo desea, puede utilizar una toalla de papel como base en su recipiente para limitar la humedad y evitar la formación de moho.

¿Cuáles son los beneficios para la salud de un queso bien conservado? Conservando bien el queso, conservará todas sus propiedades nutritivas, especialmente su abundancia en proteínas y calcio. Estos nutrientes pueden ayudar a conservar los huesos y los músculos.

Queso que se conserva más tiempo: ¿cuál es el nuevo método suizo?

Muchos quesos pueden conservarse durante mucho tiempo gracias a su capacidad para resistir la oxidación y el moho. Es el caso del Parmigiano Reggiano, un queso muy fuerte y de larga conservación.

El Cheddar, el Edam y el Gouda también son productos muy populares que se conservan bien. También puede conservar el Stilton o el Roquefort durante mucho tiempo si los guarda en un lugar fresco y seco.

Sin embargo, los quesos blandos no pueden durar mucho tiempo, ya que pueden desarrollar moho rápidamente. Aquí es donde entra en juego el nuevo método suizo.

Para ello, coloque una hoja de papel sobre el queso y póngalo a una temperatura de entre 4 y 8 grados centígrados.