¿Por qué no comprar fruta cortada y envasada en el supermercado?

Por falta de tiempo, mucha gente cae en la tentación de comprar fruta cortada en el supermercado. Pero ¡hay que dejar de hacerlo! Aquí tienes la opinión de los expertos.

¿Tienes la costumbre de comprar fruta cortada en el supermercado? Debes saber que no es una opción saludable, ni para ti ni para el medio ambiente.

Aunque se trate de un producto listo para consumir, su consumo puede entrañar peligros que a menudo se pasan por alto.

Descubre en este artículo por qué no debes comprar esta fruta precortada.

Fruta cortada en los supermercados: ¿por qué evitar su consumo?

A quienes no tienen mucho tiempo para preparar la fruta en casa les resulta muy cómodo comprar fruta precortada en los supermercados. Sin embargo, esta fruta no es recomendable para la salud.

En primer lugar, están envasadas en recipientes de plástico, que son muy contaminantes y perjudiciales para el medio ambiente. Así que comprar fruta ya cortada puede aumentar la cantidad de residuos plásticos.

También debes saber que esta fruta precortada está expuesta al aire durante mucho tiempo antes de que la compres. Esto significa que la fruta ha perdido gran parte de sus propiedades nutritivas y su frescura también se ha visto alterada.

También proliferan las bacterias en la superficie de la fruta, lo que puede multiplicar el riesgo de contaminar tus alimentos.

Además, comprar fruta preparada es más caro que comprar fruta entera. Si optas por comprar fruta entera, podrás obtener más nutrientes sin gastar demasiado.

Por todas estas razones, los nutricionistas recomiendan comprar fruta entera en lugar de la fruta precortada y envasada disponible en los supermercados. La fruta entera es más fresca, más nutritiva y más deliciosa.

¿Cuáles son los riesgos de comer fruta precortada de los supermercados?

Comprar y comer fruta precortada es una solución práctica para las personas que no tienen tiempo de prepararla. Sin embargo, estos alimentos pueden entrañar riesgos para la salud.

Una vez cortada, la fruta queda expuesta al aire y a la luz, y puede oxidarse. Además, esto puede arruinar las propiedades nutritivas de la fruta.

A menudo, reutilizamos los recipientes en los que ponemos la fruta cortada. Y cuando no están totalmente desinfectados, esto puede provocar la proliferación de bacterias y otros agentes patógenos que pueden causar intoxicaciones alimentarias.