¡Deja de lavar la ropa a 40°C! Es una mala idea.

La lavadora es uno de los electrodomésticos más importantes del hogar. La utilizamos a diario para mantener nuestra ropa limpia, fresca y perfumada. Aunque estemos acostumbrados a ponerla en marcha para limpiar la ropa, las toallas o la ropa de cama, siempre nos preguntamos cuál es el mejor programa que podemos adoptar para lavar eficazmente ahorrando dinero.

Normalmente, sea cual sea la colada a lavar, mucha gente elige instintivamente el programa de lavado a 40°C. Esta temperatura se considera universal y es adecuada para todo tipo de ropa. Pero no es la temperatura adecuada y puede repercutir en tu factura de fin de mes. Te lo contamos todo.

Las lavadoras no encabezan la lista de los electrodomésticos que más energía consumen en el hogar. Sin embargo, con el coste de la energía disparado, es necesario prestar atención a los distintos factores que pueden hacer que aumente la cantidad de energía que consumes a diario.

Uno de ellos es el uso de la lavadora, especialmente el ciclo de lavado a 40 °C. ¿Es realmente una buena idea? Esto es lo que piensan los expertos.

¿Por qué deberías dejar de lavar la ropa a 40 °C?

La mayoría de los hogares franceses están acostumbrados a lavar la ropa a una temperatura de 40 grados centígrados. Y con razón, ya que es la temperatura adecuada para que la ropa quede limpia y el consumo de energía sea correcto. Pero están completamente equivocados.

Si utiliza esta temperatura, el consumo de energía de su electrodoméstico puede aumentar considerablemente. Como resultado, su cartera se resentirá. Sin embargo, su lavadora está equipada con otro programa que consume menos energía pero consigue el mismo resultado. De este modo, puede ahorrar mucho dinero y seguir teniendo ropa limpia y fresca.

Si quieres ropa limpia y con olor a fresco, olvídate de la temperatura de 40 grados centígrados. Las lavadoras de última generación vienen con programas de ahorro de energía que garantizan una eficacia notable incluso a bajas temperaturas. Así que puedes lavar a 20 o 30 grados centígrados.

Si eliges un programa de lavado 10 grados más frío, puedes marcar la diferencia en el ahorro de energía, y eso es una verdadera ayuda para el planeta.