Nuestros mejores consejos para mantener la tetera limpia y reluciente.

¿Llevas unos meses utilizando tu hervidor de agua y nunca se te ha ocurrido limpiarlo? La razón es que tu aparato está lleno de manchas blancas, que pueden afectar al sabor de tus bebidas calientes.

¿Por qué no te decides a limpiar tu hervidor? Es una operación de limpieza muy sencilla, e incluso puedes utilizar una serie de trucos de abuela para devolver el brillo a tu electrodoméstico.

Para hacer café o té, a menudo calentamos agua. No hace falta encender la tetera, ya que es el aparato perfecto para hacer agua caliente en un abrir y cerrar de ojos.

Sin embargo, con el paso del tiempo, el hervidor puede acumular sarro y cal en sus paredes internas, por lo que su aspecto se vuelve opaco y translúcido.

Si descuidas la limpieza de tu aparato, la cal y el sarro pueden comprometer su funcionamiento al aumentar su consumo de energía. También afectará al sabor de tus bebidas calientes favoritas.

Por eso los expertos recomiendan lavar el hervidor con regularidad. Más concretamente, cada quince días o una vez al mes. A continuación te proponemos algunas formas tradicionales de devolver a tu hervidor su antiguo esplendor.

Vinagre blanco

Para eliminar la cal y los restos de cal, un viejo truco de la abuela es utilizar vinagre blanco. Para ello, llena la tetera con una parte de vinagre y dos de agua.

A continuación, hierve la solución. Déjala durante 10 minutos y desecha el contenido. A continuación, enjuaga el hervidor hirviendo agua dos veces seguidas. A continuación, deja el aparato al aire.

Bicarbonato sódico

Si no te gusta el olor fuerte del vinagre blanco, puedes utilizar bicarbonato de sodio para limpiar tu hervidor.

Para ello, te sugerimos que sigas el mismo procedimiento que con el vinagre, pero sustituyendo el vinagre por bicarbonato de sodio. Aclárala dos veces después de limpiarla.

Zumo de limón o ácido cítrico

El ácido cítrico también es un gran aliado si quieres una tetera superlimpia. Para ello, mezcla 2 cucharadas de ácido cítrico en 1 litro de agua y déjalo en tu hervidor durante unas 3 horas.

Vacía el hervidor y enjuágalo dos veces con agua hirviendo. Si no tienes ácido cítrico, utiliza zumo de limón diluido en 1 litro de agua.