¿Cuánto tiempo se puede beber una botella de agua abierta?

¿Se puede seguir bebiendo una botella de agua ya abierta, y durante cuánto tiempo? Este artículo recoge algunas de las recomendaciones de los especialistas para evitar que se multipliquen las bacterias.

Cuando bebemos agua del grifo o embotellada, a menudo cometemos algunos errores. Los consumidores no siempre piensan en la fecha de caducidad.

La razón es sencilla: se trata de un alimento que tiene una fecha de caducidad, o BBD, de dos años. Es una fecha de caducidad larga que no suele plantear dudas de ningún tipo en comparación con los productos frescos.

En cuanto al agua, no es nada difícil de conservar, porque una vez en la botella sellada, está a salvo de cualquier proliferación de bacterias. Sin embargo, los riesgos se multiplican cuando se abre la botella.

Botellas de agua abiertas: ¿cuánto tiempo deben conservarse?

Una vez abierta una botella de agua, puede conservarse entre 24 y 48 horas. Es el tiempo necesario para evitar el crecimiento masivo de microorganismos en el agua.

Sobre todo, te recomendamos que bebas el agua en un vaso y no directamente de la botella. Esto puede infectar tanto el agua como la botella.

Además, los expertos desaconsejan reutilizar las botellas de plástico usadas. Aunque el reciclaje reduce los residuos, supone un gran riesgo para la salud, ya que las botellas de plástico vacías pueden convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias.

Para ser más respetuoso con el medio ambiente, elige agua del grifo. Pero también en este caso hay que tener cuidado.

¿Qué debe hacer antes de beber agua del grifo?

Si hace tiempo que no utilizas el grifo, debes tener cuidado, porque el agua puede llevar mucho tiempo en las tuberías. Por eso, primero debes dejar correr el grifo unos minutos para que salga el agua estancada.

En la cocina, no es nada aconsejable utilizar agua caliente para llenar la cacerola. Hay una buena razón para ello: es una fuente inevitable de proliferación de gérmenes. Lo ideal es llenar la cacerola con agua fría y llevarla a ebullición.

En cuanto a las botellas y jarras de agua, no olvides lavarlas con más regularidad, ya que estos utensilios están expuestos a la proliferación de gérmenes. Para ello, límpialos con vinagre de alcohol blanco mezclado con sal gorda y listo.