Durante los meses de verano, nos gusta aprovechar los espacios al aire libre, como el jardín, el balcón y la terraza. Para relajarnos y descansar con la familia, solemos sentarnos en un sofá o alrededor de una mesa.
Antes de que empiece la temporada, veamos cómo lavar los cojines de tus sofás y sillones de exterior para que estén listos para recibirte todo el verano.
Antes de empezar
Hay distintos tipos de cojines: los desenfundables y los desenfundables, que son más difíciles de limpiar.
Para las fundas no desenfundables, te aconsejamos que las laves a mano o a máquina. También se pueden limpiar en seco extendiendo los productos directamente sobre las manchas.
Además, hay que elegir el producto adecuado para cada tipo de tejido.
Cojines rellenos de plumas
Estos cojines, que tienen fama de ser muy suaves y afelpados, ya no se utilizan en los sofás de exterior, pero mucha gente no puede prescindir de ellos.
Para que quede impecable, hay que golpear suavemente el cojín para quitarle el polvo. Después, lávalo a mano.
Para ello, pon el zumo de un limón y un puñado de sal en un cuenco con agua fría. A continuación, sumerja los cojines en ella durante varias horas o toda la noche.
Acláralos y déjalos secar al aire en posición horizontal, lejos de la luz solar directa. El resultado: cojines limpios y con un olor fresco.
Cojines con relleno de látex
Estos cojines deben lavarse a mano, ya que el látex es un material delicado.
Para ello, añade medio vaso de vinagre a un recipiente con agua fría y deja los cojines en remojo toda la noche.
A la mañana siguiente, acláralos y sécalos al aire libre, protegidos de la luz solar directa. No escurras los cojines porque podrías dañar el látex.
Cojín con relleno sintético
Los cojines con relleno sintético se utilizan a menudo para hacer más cómodos los sofás de exterior. Si los lavas a máquina, vierte una cucharada de jabón de Marsella en el dosificador de detergente de la lavadora y, a continuación, lava a baja temperatura.
Para lavarlos a mano, sumerge los cojines en un barreño con agua y unos copos de jabón de Marsella. A continuación, acláralos y escúrrelos suavemente antes de secarlos al aire libre.