La estación estival se acerca rápidamente y el sueño es cada vez más intranquilo.
De hecho, cuando la temperatura es alta, dormir a veces se hace difícil a causa del calor. Para solucionar este problema, hay que tener en cuenta la frescura de las sábanas para dormir bien.
En este artículo, descubre con qué frecuencia debes cambiar y lavar tus sábanas para mantenerlas frescas en todo momento.
¿Cuándo hay que cambiar y lavar las sábanas en verano?
En invierno, la ropa de cama, como las sábanas, puede utilizarse hasta 10 días sin cambiarla, pero la situación cambia con la temporada de verano. Durante el verano, sudamos mucho y, como sólo se duerme con ropa muy ligera, el sudor caerá directamente sobre las sábanas.
Además, si dejas las sábanas en la cama demasiado tiempo, no se mantendrán frescas y te costará conciliar el sueño con el calor del verano.
Por eso, los expertos aconsejan cambiar las sábanas al menos dos veces por semana para dormir bien. Para ello, abandona las sábanas de franela y pásate a las de algodón, que son incomparablemente frescas.
¿Cómo puedo mantener frescas mis sábanas?
Cuando cambies las sábanas, tienes que lavarlas y refrescarlas al mismo tiempo. Hay una serie de trucos de la abuela que pueden ayudarte a conseguir unas sábanas superlimpias y superfrescas. Aquí tienes los mejores ingredientes naturales que puedes utilizar.
Percabonato sódico
El percabonato sódico es un producto fabuloso para blanquear la ropa. Para solucionar este problema, debes tener en cuenta la frescura de tus sábanas para dormir plácidamente.
Para utilizarlo, echa 1 vaso dosificador de percarbonato en el cesto y ¡listo! Sin embargo, tendrás que ajustar la temperatura a 40 grados o más para que funcione eficazmente.
Vinagre blanco
El vinagre blanco también es uno de tus preciados aliados a la hora de lavar en la lavadora. Este producto es perfecto para las sábanas de colores.
Para ello, vierte medio vaso de vinagre en el cajón de la colada, inicia el programa de lavado delicado y observa los resultados.
Bicarbonato sódico
Para refrescar las sábanas a la perfección, puedes optar por el bicarbonato de sodio. Es muy fácil de usar, sólo tienes que poner una cucharada en el tambor e iniciar el ciclo de lavado.
El resultado: sábanas blancas y frescas como nunca.