¿Cómo transformar un pelargonio en un magnífico arbusto? Sólo le llevará 5 minutos de su tiempo.

El Pelargonium es una de las plantas más coloridas y perfumadas, muy utilizada para decorar y embellecer jardines y balcones. Con sus magníficas flores en tonos rojos, rosas, morados o blancos, el Pelargonium ofrece una floración abundante y una fabulosa paleta de colores que atrae a todos los amantes de las flores. Sin embargo, poca gente sabe que se puede multiplicar un Pelargonium para crear un arbusto. He aquí cómo.

También conocido como geranio, el pelargonio es una planta ornamental muy apreciada por su belleza y resistencia. De hecho, crece en todo el mundo, ya que esta planta se adapta fácilmente a todos los climas y ambientes.

El pelargonio se distingue por sus coloridas flores, que pueden hacer más encantador y acogedor cualquier entorno. Por eso la gente prefiere cultivarlos en balcones o terrazas para dar un toque de color.

Sólo se necesitan cinco minutos para convertir un pelargonio en un arbusto

¿Quieres convertir un simple pelargonio en un magnífico arbusto de flores de colores? Puede hacerlo en sólo 5 minutos. En ese tiempo, convertirás tu pelargonio en un llamativo arbusto. Aquí te explicamos cómo hacerlo paso a paso.

Si quieres conseguir más plantas de Pelargonium, la técnica es la siguiente. Elige una planta sana con tallos bien desarrollados y elimina las ramitas laterales. Debes asegurarte de que cada rama tenga al menos 3 o 4 nudos para que puedan crecer nuevas raíces.

A continuación, tome las ramitas cortadas y retire con cuidado todas las hojas de la mitad inferior de la rama. Este es un paso esencial para garantizar que toda la energía de la planta se centre en el crecimiento de las raíces en lugar de alimentar las hojas.

Ahora, coge una maceta pequeña para llenarla de tierra húmeda y haz un agujero en el centro para introducir la rama sin dañar los nudos superiores. Cubre la parte inferior del tallo con un poco de tierra de maceta y presiona ligeramente a su alrededor para fijarlo en su sitio; evita apretar demasiado la tierra de la maceta, ya que podrías asfixiar las raíces.

Por último, coloca la maceta de cara al sol, evitando la exposición directa a los rayos solares, sobre todo durante las horas más calurosas del día. Como tu plantón aún es frágil, podría quemarse por completo. También debes mantenerla hidratada pulverizando agua sobre la parte superior de la planta.