Cactus: no mucha gente conoce este método infalible, ¡que deberías probar enseguida!

He aquí un método increíble que poca gente conoce. Para salvar tus cactus, tienes que probarlo rápidamente, aunque no tengas un pulgar verde.

¿Tienes cactus en casa o en tu jardín? Son plantas que pueden dar un toque sublime a cualquier espacio, pero también requieren atención y muchos cuidados.

Mucha gente piensa que este tipo de planta no requiere muchos cuidados, ya que regarla con regularidad puede ser todo lo que necesita para crecer correctamente.

¿Cómo conseguir un cactus perfectamente sano? Éste es el método recomendado por los especialistas.

¿Cómo tratar los cactus para mantenerlos sanos?

A partir de finales de septiembre, hay que proteger las plantas, ya que se preparan para descansar de cara al invierno. Si no toma ciertas precauciones, puede acabar con una planta completamente estropeada.

Para ello, hay que reducir la frecuencia de riego a dos veces al mes o cada quince días. Esto se debe a que estas plantas pueden soportar el frío con el suelo seco.

Además, nunca abones tus cactus entre octubre y noviembre. Lo único que debes hacer es un abonado final con un alto contenido en sulfato de potasio, que puede mejorar la resistencia de tus suculentas.

A partir de octubre, debes empezar a resguardar tus plantas del frío, ya que las temperaturas nocturnas se vuelven insoportables. Aunque hay variedades de plantas suculentas que pueden sobrevivir a temperaturas extremas, hay que mantenerlas alejadas de la humedad y la lluvia.

Y cuando tu planta esté dañada, esto es lo que debes hacer inmediatamente.

Cactus dañado: ¡éste es el método poco conocido para salvarlo!

¿Cómo salvar rápidamente un cactus dañado? Los expertos recomiendan utilizar esta extraordinaria técnica para salvar una planta gorda arruinada por las plagas o el frío.

Empiece por localizar la parte dañada de la planta. A continuación, corta una pequeña parte de la planta que aún esté sana. Pon un poco de tierra y abono para cactus en una maceta. Planta en la maceta la parte que has cortado y riégala.

Coloca la maceta en un lugar luminoso y cálido hasta que la planta se desarrolle. Al cabo de unos días, notarás que se han formado las raicillas.

Este sencillo método ha dado origen a una nueva planta utilizando las partes sanas de tu planta.