Albahaca y sal en un tarro: ¡un gran consejo de la abuela que te va a encantar!

Si mezclas la albahaca con la sal en un tarro, ¡obtendrás un resultado muy sorprendente! ¡Descubre este viejo truco de abuela que seguro que te encantará!

¿Conoces este viejo truco de abuela que consiste en combinar hojas de albahaca con sal en un tarro? El resultado es sencillamente sorprendente.

Fragante, sutil y agradable al paladar, la albahaca es una de las plantas aromáticas más populares en la cocina. Las hojas de albahaca se pueden utilizar en una gran variedad de preparaciones tan sabrosas como sorprendentes.

Albahaca: una planta aromática con mil propiedades

Tanto si decides utilizar albahaca fresca como seca, debes saber que esta planta tiene innumerables propiedades beneficiosas para el organismo. Sin embargo, debes saber que debe conservarse en las condiciones adecuadas para que no pierda todas sus propiedades.

A la albahaca no le gustan las bajas temperaturas. Para que tu planta aromática prospere, guárdala en un lugar fresco y alejado de la luz solar directa.

La albahaca es conocida por sus propiedades antioxidantes. De hecho, puede proteger el cuerpo humano de los daños causados por los radicales libres y prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas.

Las hojas de albahaca son ricas en flavonoides, que protegen las células de la radiación. Como resultado, pueden ayudarle a mantenerse en perfecto estado de salud.

Pero, ¿cómo conservar siempre frescas las hojas de albahaca?

Albahaca con sal en un tarro: ¡el truco perfecto para cocinar!


Las hojas de albahaca no soportan las bajas temperaturas, ya que pueden quemarse muy rápidamente. Para evitarlo y conservar su frescura, uno de los viejos trucos de la abuela consiste en mezclar las hojas de albahaca con sal y meterlas en un tarro de cristal hermético.

Es un método ecológico y barato que protege las hojas de albahaca del frío y permite tenerlas siempre a mano para cocinar.

Sin embargo, para utilizar este método con éxito, tienes que elegir hojas que estén verdes y sanas. Una vez elegidas las hojas, lávalas a fondo sumergiéndolas en un recipiente con agua y bicarbonato sódico. Después de lavarlas, acláralas y sécalas suavemente sobre una toalla de papel.

Cuando las hojas de albahaca y la sal estén en el tarro, añada un poco de aceite de oliva virgen extra. Ciérrelo bien y refrigérelo durante 3 meses.