La lejía es uno de los productos domésticos más utilizados en el hogar. Se conoce sobre todo por sus propiedades desinfectantes y blanqueadoras de la ropa blanca. Sin embargo, pueden ocurrir accidentes y la ropa puede mancharse incluso con unas gotas de este producto.
Si no quiere tirar su camisa favorita o su mejor pantalón, hay algunas formas ingeniosas de recuperar su prenda. Estos consejos no prometen eliminar las manchas dejadas por la lejía, pero pueden tratar las manchas neutralizando su efecto sobre los colores de la ropa.
Suspender el efecto de las manchas de lejía
Conocida como un producto fuerte, la lejía no sólo mancha la ropa. Puede incluso dañarla. Por eso es tan importante neutralizar el efecto de la lejía en los tejidos, ya que de lo contrario corres el riesgo de agujerearlos. Para ello, aclara bien la mancha con agua fría. A continuación, mezcla un poco de bicarbonato sódico con agua hasta formar una pasta.
Aplique esta pasta directamente sobre la mancha y déjela secar. A continuación, coge un cepillo de dientes y cepilla suavemente para suspender el efecto de la lejía. Ahora elige entre las dos soluciones siguientes para restaurar el color de tu ropa.
Restaurar el color con etanol al 70
Si la lejía ha afectado a una pequeña zona de la prenda, ¡utiliza este truco a base de etanol! Empapa un algodón en etanol al 70% y frota alrededor de la mancha. Aplica más etanol y frota el algodón desde el exterior de la mancha hacia el interior.
Esto extenderá el color original de la prenda hacia la zona manchada, devolviendo el color a tu prenda. Este truco es especialmente adecuado para los tejidos más oscuros.
Restaurar el color con un tinte
Para restaurar el color de tus prendas afectadas por la lejía, opta por el tinte. El primer paso es elegir el color adecuado para teñir tu prenda. Después, protégete adecuadamente antes de teñir. Sólo tienes que seguir las instrucciones del envase del tinte para que la operación sea un éxito. Y no olvides utilizar lejía para blanquear antes de teñir.
Con estos tres consejos, ¡las manchas de lejía en tu ropa serán una pesadilla lejana!