Las orquídeas son algo más que plantas decorativas: también influyen en nuestro estado de ánimo y en nuestro organismo. De hecho, la presencia de plantas puede ayudar a prevenir problemas respiratorios, ya que nuestras queridas amigas verdes absorben el exceso de humedad para evitar la formación de moho. Las plantas también ayudan a polinizar a los insectos.
Una esponja para estimular la floración de las orquídeas
Las orquídeas son plantas resistentes por excelencia. Sin embargo, no es raro ver cómo sus flores carecen de vigor y vitalidad.
Por eso es buena idea adoptar el método de la esponja, una técnica recomendada por expertos viveristas.
Lo primero que hay que hacer es frotar las partes de las orquídeas que muestren signos de podredumbre o estén secas.
A continuación, sigue estos pasos para el procedimiento:
- Retire la planta del suelo y libérela de toda corteza ;
- Utilice unas tijeras esterilizadas para eliminar las partes secas;
- Retire las partes que parezcan estar en mal estado, dejando sólo las que estén en buenas condiciones;
- Algunas zonas vivas pueden ser una vía para bacterias y hongos, por lo que hay que sellarlas con canela en polvo;
- Aplíquelo en la zona cortada y déjelo durante 2 días en un ambiente estéril y seco;
- Coloca la planta en un pañuelo limpio.
¿Y después?
- Corta unos 10 cm del fondo de una botella de plástico;
- Haz 5 muescas en el fondo para permitir el paso del agua;
- Coloca un lecho para las plántulas en el fondo utilizando musgo o líquenes;
- Puedes utilizar una esponja esterilizada;
- Introduce la planta y métela en una bolsa de plástico antes de cerrarla;
- Colócala en un ambiente con luz suficiente durante 50 días;
- Pon un poco de corteza en el fondo del frasco sin dañar las raíces;
- Introducir la planta con cuidado y añadir un poco más de corteza;
- Humedecer con un pulverizador sin mojar las hojas;
- Espera tres meses para ver los resultados.
- Cuando pase el tiempo, tendrás una orquídea con hojas sanas y brillantes.