Sólo necesitas una percha para dejar de planchar: el truco de eficacia probada

Planchar es una de las tareas domésticas más agotadoras. Requiere tiempo y esfuerzo, pero también cierta precisión. Y sin embargo, sería impensable salir a la calle con la ropa doblada y arrugada. Para tener el mejor aspecto posible, siempre debemos prestar atención a nuestra forma de vestir. Por eso es importante descubrir una técnica que haga del planchado una tarea menos pesada, sin dejar de dejar la ropa lisa y ordenada.

Sólo necesitas una percha para dejar de planchar: el truco de eficacia probada

Se trata de colgar en la percha las prendas más propensas a arrugarse. Es una técnica fácil e ingeniosa que hace que la ropa parezca más lisa, como recién planchada.

Esto ocurre sobre todo con las camisas, ya sean de hombre o de mujer. De hecho, son las prendas más difíciles de disciplinar. Si quieres que no se arruguen, cuélgalas en una percha y abotónalas. Esto facilitará mucho el planchado.

¿Cómo conseguir el lavado perfecto?

El detergente adecuado ayuda a que tu ropa tenga la menor cantidad de arrugas posibles. Para conseguirlo, es fundamental adoptar las técnicas adecuadas, no sólo para evitar al máximo que se arrugue la ropa, sino también para proteger el tejido de posibles daños.

Antes de lavar, conviene leer las instrucciones de la etiqueta. En otras palabras, tienes que ser capaz de entender los distintos símbolos de la etiqueta. Es aconsejable elegir un programa de lavado con una temperatura de 30/40°C. El centrifugado no debe superar las 600 rpm.

A la hora del secado, puedes recurrir a la técnica mencionada anteriormente. No olvides sacudir bien la prenda antes de tenderla, para eliminar las arrugas a mano. Por último, utiliza pinzas para la ropa en zonas estratégicas, como debajo de las axilas.