¿Se puede utilizar lejía en la lana? Esto es lo que opinan los expertos.

¿Es adecuada la lejía para la lana? Aquí tienes las respuestas de los expertos, y deberías seguir sus consejos.

¿Está permitida la lejía sobre la lana o no? La lejía es un producto común, que suele encontrarse en todos los hogares gracias a su alto poder de limpieza y desinfección.

Sin embargo, hay muchas cosas que no debes hacer con este producto específico. Si te preguntas si es posible utilizar lejía para limpiar y blanquear la lana, aquí tienes las respuestas de los expertos.

Utilizar lejía en la lana: ¡la respuesta de los expertos es clara!

El mercado actual ofrece una amplia gama de productos especiales para tratar la lana. Pero los expertos desaconsejan totalmente el uso de lejía. Si la dosis o el tiempo de aplicación son incorrectos, este producto podría dañar tu tejido.

No obstante, lo mejor es consultar las instrucciones de la etiqueta de la prenda para hacerse una idea de los métodos de lavado adecuados. También puedes utilizar remedios naturales para blanquear tus prendas de lana.

Por ejemplo, puedes sustituir la lejía por zumo de limón, conocido por su acción blanqueadora. Para ello, coge un barreño lleno de agua templada y vierte en él el zumo de tres limones.

Sumerge la prenda en el agua durante dos horas. A continuación, lava el tejido con un detergente orgánico suave. La acidez del limón actuará sobre las fibras para devolverles su color original sin dañarlas.

¿Cuáles son las otras alternativas a la lejía?

Para blanquear las prendas de lana amarillentas, existen otras opciones naturales muy eficaces. El uso de lejía no está especialmente recomendado para la lana, para evitar dañar el tejido por completo.

En lugar de lejía, puedes utilizar leche. Úsala a temperatura ambiente con agua oxigenada en un recipiente con agua. Sumerja la prenda de lana en esta solución durante 1 hora, aclárela y lávela con un detergente ecológico.

También puede elegir peróxido de hidrógeno de 40 volúmenes. Perfecto para blanquear tejidos de lana, sumerge la prenda durante 1 hora en tres litros de agua con el peróxido de hidrógeno.

No olvides que el bicarbonato de sodio o el jabón de Marsella también pueden utilizarse para blanquear las partes amarillentas de tus prendas de lana.