Las noches de verano son cada vez más sofocantes, y todo el mundo busca las formas más eficaces de mantenerse fresco y cómodo en la cama.
Aunque suele ser muy difícil conciliar el sueño durante las altas temperaturas, debes saber que existen algunos remedios infalibles que te ayudarán a dormir fresco y tranquilo. Uno de ellos es el truco de la sábana, capaz de hacer que el calor del verano sea más fresco y suave.
¿Cómo se utiliza el método de la sábana?
Si buscas la mejor forma de refrescar tu dormitorio y tu cama, prueba a utilizar una sábana húmeda. ¿En qué consiste este truco? Lo único que tienes que hacer es humedecer una sábana con agua fresca y luego escurrirla bien.
A continuación, cuelga la sábana húmeda sobre las ventanas o las puertas del balcón. El aire del exterior atravesará la sábana húmeda y extenderá una sensación de frescor por toda la habitación, hasta la cama. Y ahí permanecerás fresco toda la noche.
¿Qué otras opciones hay para las noches frescas?
Para librarte del calor del verano y dormir plácidamente, el método de la sábana húmeda es estupendo. Pero no es la única solución que puedes aplicar en las noches en que las temperaturas son máximas. Estos otros consejos también te ayudarán a dormir mejor por la noche.
El ventilador y los cubitos de hielo
Para mantener fresco el aire de tu dormitorio, puedes confiar en la eficacia de un ventilador. Para ello, empieza por llenar un cuenco grande con cubitos de hielo y colócalo delante del ventilador. El aire del ventilador pasando a través de los cubitos creará una gran sensación de frescor en la habitación.
También puedes colocar una simple botella de agua congelada delante del ventilador y conseguirás un efecto similar al de los cubitos de hielo.
La nevera
Para aliviar las calurosas noches de verano, el frigorífico puede acudir al rescate.
La primera técnica consiste en coger una toalla limpia y meterla unos minutos en la nevera. Una vez fría, colócala alrededor del cuello o sobre el cuerpo para refrescar la piel. Se trata de un remedio práctico para bajar la temperatura corporal y refrescarse de forma natural.
Antes de acostarte, también puedes enfriar la sábana, las almohadas y el pijama durante unos 10 minutos antes de ponértelos.
