Hoy vamos a hablarte de una verdura colorida y beneficiosa que suele incluirse en la mayoría de los platos de primavera: el rábano rojo.
¿Has oído hablar alguna vez de esta pequeña hortaliza de color rojo y textura crujiente que se puede degustar en una ensalada fresca o como aperitivo? Pues bien, el rábano rojo, ya sea redondo o alargado, es una hortaliza con un alto contenido en vitaminas y minerales.
Esta hortaliza de Asia oriental está a la venta en casi todos los supermercados y puestos de mercado.
No le haré esperar mucho más, pero descubra toda la información esencial sobre los rábanos rojos: sus valores nutricionales, sus beneficios y cómo incorporarlos a su dieta diaria.
El valor nutritivo del rábano rojo
El rábano rojo es una hortaliza muy rica en vitaminas C y B9 (folato). También contiene abundantes minerales, sobre todo potasio y calcio.
En términos de calorías, el rábano rojo es muy bajo en calorías, con sólo 16 calorías por cada 100 gramos.
También debe saber que esta mini hortaliza roja contiene una buena dosis de fitoquímicos, como glucosinolatos y flavonoides.
Los beneficios del rábano rojo para el organismo
Al comer rábano rojo, te beneficiarás de una gran cantidad de fibra, que mejora el sistema digestivo y previene el estreñimiento.
Además, el rábano es una hortaliza que constituye una fuente perenne de vitamina C. Así que es perfecto para reforzar el sistema inmunitario.
Poca gente sabe que el rábano rojo tiene propiedades anticancerígenas, según varios estudios. Esto se debe en particular a sus compuestos fitoquímicos, especialmente los glucosinolatos.
El rábano es el mejor aliado de las personas que quieren perder peso. Gracias a su bajo contenido en calorías y su alto contenido en fibra, el consumo de rábano rojo puede ayudar a controlar el peso.
Como los rábanos rojos tienen un alto contenido en potasio, pueden favorecer la salud cardiovascular equilibrando la presión arterial.
Cómo incluir rábanos rojos en tu dieta diaria
Los rábanos rojos pueden conservarse hasta una semana en el cajón de las verduras de la nevera. Simplemente lávelos y córtelos, y luego cómalos crudos, al vapor o asados, como más le guste.
Además de la clásica ensalada de rábanos, puede preparar rábanos rojos gratinados o quiche de queso de cabra y rábanos rojos.