¿Sabía que la combinación de papel de aluminio con sal gruesa puede solucionar uno de los problemas más comunes en el hogar? Puedes utilizar estos dos económicos productos de forma brillante. ¿Y cómo? Se sorprenderá cuando lo descubra.
Antiguamente, ni siquiera existían los productos químicos que se comercializan hoy en día. Así que nuestras abuelas utilizaban métodos naturales y económicos para limpiar la casa. Hoy en día, la mayoría de estos viejos remedios siguen siendo populares, en aras de preservar el medio ambiente y ahorrar dinero.
La sal y el papel de aluminio son dos de los remedios de la abuela más populares. Ambos son económicos, naturales y 100% reciclables. Si los usas juntos, son muy útiles para las tareas domésticas. Pero, ¿qué son? No te lo vas a creer cuando lo descubras.
¿Qué se puede hacer con papel de aluminio? Lo impensable
El papel de aluminio es uno de los elementos imprescindibles que hay que tener en casa. Es un producto muy útil, sobre todo en la cocina. Se utiliza para envolver y conservar alimentos y medicamentos. Sin embargo, se puede utilizar de muchas maneras diferentes.
Por ejemplo, puede utilizar papel de aluminio cuando las pilas de un mando a distancia o un juguete no se pegan bien a los contactos. Puedes rellenar ese espacio vacío con papel de aluminio. Pero eso no es todo: si lo combinas con sal, puedes resolver un problema doméstico muy común.
Papel de aluminio y sal: para qué sirven
Antiguamente, nuestras abuelas utilizaban papel de aluminio para limpiar la cubertería de plata. Como bien sabes, la plata se vuelve opaca debido a la oxidación natural del metal al cabo de cierto tiempo.
En lugar de comprar productos químicos en el supermercado, basta con coger papel de aluminio, dos cucharadas de sal gorda, un puñado de bicarbonato sódico y un poco de agua caliente para sacarle brillo.
El procedimiento es sencillo. Coge un recipiente para envolverlo con papel de aluminio, vierte todos los ingredientes y mézclalos.
Tras esta fase, coloca los objetos que deseas limpiar dentro de la mezcla y sella con el papel de aluminio.
Deje reposar durante al menos 30 minutos. Pasado este tiempo, tus cubiertos estarán como nuevos.
Antes de guardarlos, acláralos y sécalos con un paño ultrasuave.
En pocos pasos, tus objetos brillarán como nunca.