
¿Te resulta especialmente caro tener que recurrir siempre a un profesional cada vez que el desagüe del fregadero de la cocina se atasca por algún motivo?
Desgraciadamente, situaciones de este tipo son muy habituales ya que a la hora de limpiar la vajilla es fácil que residuos de todo tipo acaben obstruyendo sin querer los desagües.
Afortunadamente, un sencillo truco que puedes hacer tú mismo puede solucionar este inconveniente doméstico en un instante y sin tener que gastar un céntimo en contratar a un fontanero. ¿Quieres saber cómo?
Si tienes curiosidad por saber gracias a qué elementos milagrosos es posible liberar el desagüe de cualquier obstrucción, lo único que tienes que hacer es utilizar la combinación de vinagre blanco y bicarbonato de sodio.
Sin duda, gracias a los numerosos consejos que circulan por Internet y que ven el uso de estos dos ingredientes, es bien sabido que el vinagre y el bicarbonato tienen beneficios higienizantes y desinfectantes que van mucho más allá de su uso culinario.
Pero no todo el mundo sabe que la efervescencia generada por su combinación es un recurso químico natural perfecto también para descalcificar las tuberías. Siga estos sencillos pasos y obtendrá el mejor resultado en el menor tiempo posible.
Fase 1
Consigue los dos ingredientes necesarios y vierte una dosis generosa de bicarbonato de sodio directamente sobre el desagüe.
Fase 2
Continúa la operación vertiendo media taza de vinagre blanco directamente sobre el bicarbonato de sodio. Una vez hecho esto, notarás inmediatamente la reacción química de los dos elementos que interactúan entre sí.
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Fase 3
Sin dudarlo mucho, cierra el desagüe del fregadero con su correspondiente tapón, obligando así a los dos productos a ejercer presión directamente en el interior de la tubería y por tanto sin darles la posibilidad de fugarse.
Fase 4
Deja pasar un tiempo (una media hora aproximadamente) y cuando los efectos de la efervescencia hayan pasado, retira el tapón y vierte en el fregadero una olla con agua hirviendo, que previamente has calentado al fuego. Preste atención al flujo de agua y compruebe si sale sin dificultad.
De ser así, ya habrás eliminado la obstrucción y podrás regresar a tus actividades rutinarias con normalidad, viceversa, si la obstrucción sigue presente no dudes en repetir el proceso hasta lograr eliminar cualquier elemento bloqueador. flujo normal de sus tuberías.