Prueba esta ingeniosa idea para arreglar tu pared sucia.

¿Acabas de pintar tus paredes interiores y han quedado muy limpias y súper elegantes? ¡Pero no durará mucho! Cuando tu hijo pequeño ve esta pared, se siente atraído por ella como un imán porque la considera un cuadro magnífico que necesita un pequeño toque personal.

Y ahora empieza a hacer bonitos garabatos para personalizar la pared. Sí, es un desastre a punto de ocurrir. Pero por suerte puedes salvar tu pared recién coloreada sin gastar demasiado dinero. Si has utilizado pintura al óleo, este limpiador puede eliminar esos garabatos para dejar la pared como nueva.

Si notas que tu pared interior está manchada, evita rociarla con cualquier tipo de producto de limpieza, ya que corres el riesgo de agravar el problema. Para salvar su pared de forma natural y segura, sólo tiene que seguir estos prácticos consejos de un pintor profesional.

¿Cómo se limpia una pared interior con pintura al óleo?

Las pinturas al óleo se consideran más tenaces que otros tipos de pintura. Si esta pintura se resiste a una solución de vinagre, también puede utilizar un limpiador suave. Esto es especialmente eficaz para limpiar las paredes de la cocina, que suelen estar muy grasientas.

Para ello, necesitarás :

  • Líquido lavavajillas
  • agua
  • Un cubo
  • Vinagre
  • Una esponja
  • Desengrasante suave

Procedimiento:

Coge el cubo y llénalo hasta la mitad con agua y una pequeña cantidad de detergente líquido. Mezcla bien.

A continuación, sumerge la esponja en el limpiador, escúrrela suavemente y frota la pared sucia para eliminar las manchas. No descuides la fase de escurrido para no ensuciar la pared con gotas de agua.

Si ves que las manchas no salen, repite la operación hasta que desaparezcan.

¿Y las paredes exteriores?

¿Sus paredes interiores están demasiado sucias y necesitan un poco de refresco? No hace falta que las vuelvas a pintar, ¡porque eso supone una gran inversión! Si ves que simplemente están sucias, puedes limpiarlas de esta manera. La suciedad y el polvo desaparecerán para siempre, dejándote una pared limpia e impecable.

Para esta operación de limpieza, empieza por humedecer las paredes. A continuación, mezcla 1/2 taza de desengrasante para exteriores, 1 taza de lejía y agua suficiente para poner en un pulverizador de jardín con bomba y rocía sobre las paredes a limpiar. Dejar actuar durante 15 minutos antes de frotar con un cepillo. Termine aclarando con una manguera de jardín.