Si colocas una bolsa de plástico sobre la escoba, ¡el suelo estará 10 veces más limpio!

A diario hacemos todo lo necesario, y a veces hasta lo imposible, para mantener nuestro hogar limpio y agradable para vivir. Por eso, cuando tenemos un poco de tiempo, aunque sea una vez a la semana, limpiamos todas las superficies de la casa para dejarlas impecables. Pero antes, hay que eliminar el exceso de polvo y suciedad.

¿Qué pasa si pones una bolsa de plástico en tu escoba? Puedes poner fin a un problema con el que te encuentras a menudo cuando limpias.

Escoba: ¿conoces el método de la bolsa?

El suelo es una de las superficies del hogar que se ensucia a la velocidad del rayo. Sin embargo, su limpieza depende del tipo de suelo, que difiere de unos a otros. Los suelos de parqué y madera, por ejemplo, requieren productos de limpieza especiales. Los suelos de mármol o granito, en cambio, pueden limpiarse con los productos habituales del mercado o con ingredientes naturales para sacarles brillo.

El bicarbonato y la sal encabezan la lista de productos naturales. Si combinas estos dos ingredientes con agua caliente, obtendrás un extraordinario producto limpiador y quitamanchas. Puede dejar tu suelo superbrillante en un solo paso.

¿Cómo se utiliza el truco de la bolsa?

Antes de limpiar el suelo, te recomiendo que primero lo aspires para eliminar el polvo y demás suciedad. Sin embargo, si no tienes aspiradora, una simple escoba te servirá.

Pero te darás cuenta de que con tu escoba convencional, a menudo toda la suciedad se queda atascada en las cerdas. Y ahí es donde entra en juego el método de la bolsa para acabar con este pequeño inconveniente.

Para ello, coja la bolsa de plástico y fíjela a la parte de la escoba con las cerdas. A continuación, empiece a limpiar el suelo como lo haría normalmente. Verás que la suciedad no se pega a las cerdas y se queda amontonada en el suelo. Después sólo tienes que coger la pala y retirar toda la suciedad.

Cuando retires la bolsa de plástico de la escoba, te alegrarás de tener unas cerdas limpias que no han atrapado ningún residuo en su interior. Sólo tienes que poner a prueba este truco favorito de las amas de casa.