Prepare la cebolla de esta manera para sacar todo su sabor.

¿Conoces el truco de la cebolla? Es una forma estupenda de realzar los sabores de este alimento que nunca deja de sorprender al paladar de los gourmets.

¿Cómo sacar lo mejor de la cebolla en la cocina?

La cebolla es una hortaliza muy apreciada en la cocina. Cruda o cocida, aporta un toque sutil a ensaladas, sopas, guisos y salsas. La cebolla también puede prepararse agridulce, marinada o rellena de carne o queso. Pero una de las preparaciones imprescindibles que gusta a todo el mundo es la sopa de cebolla. Muy sencilla pero sabrosa, es una receta típica francesa.

Sin embargo, si eres más goloso, las cebollas son perfectas para preparar mermeladas y pasteles.

Pero hoy vamos a revelarle una receta directamente desde Turquía. Revela una forma única de preparar las cebollas. Aquí tienes un truco para que las cebollas queden tan deliciosas y crujientes como a ti te gustan.

Truco con cebollas: ¿cómo freírlas para que queden más crujientes?

¿Busca una receta especial para sorprender el paladar de sus invitados? Pruebe este truco secreto para sublimar los sabores de este alimento.

Tiempo de preparación: 30 minutos

Cocción: 9 minutos

Utensilios necesarios

Bol
Sartén con lados altos
Espumadera
Batidor de mano

Ingredientes

2 cebollas: blanca y roja
2 huevos
100 ml de leche
1 taza de pan rallado
1 taza de harina
1 cucharadita de sal
pimentón en polvo
pimienta negra
Orégano
Aceite para freír

Preparación

Coger las dos cebollas y pelarlas para quitarles la piel exterior.
A continuación, empieza a cortar las cebollas enteras, haciendo cortes no demasiado profundos. Hay que cortarlas sin romperlas del todo. Para ello, corta a unos centímetros de altura para que te queden 16 porciones, teniendo cuidado de dejarlas enteras.
A continuación, coge un bol, rompe los huevos y bátelos con un batidor de mano. A continuación, añade los 100 ml de leche y vuelve a batir.
En otro bol, mezcla el pan rallado y la harina. A continuación, añade 1 cucharadita de sal, pimienta negra, pimentón en polvo y un poco de orégano.
Cuando todos los ingredientes estén bien mezclados, sumerja las cebollas en cada bol. Pasarlas primero por el bol del huevo y luego por el bol de la harina y el pan rallado.
A continuación, sumérjalas en una sartén llena de aceite de freír caliente.
Cuando las cebollas estén doradas por ambos lados, sáquelas con una espumadera y póngalas sobre papel absorbente.
Y voilà, ¡las cebollas están listas para comer!