¡Los paños de cocina son verdaderos superhéroes de la limpieza en la cocina! Listo para proteger nuestras encimeras y platos de todo tipo de suciedad. Pero seamos realistas, queridos lectores, después de un buen día de uso, parecen más un lienzo de maestro moderno que telas dignas… Y la guinda del pastel: seamos realistas, muchos de nosotros instintivamente los colgamos en la puerta del horno. Uso ! Si crees que es un gesto inofensivo, ven y descubre la verdad…
¿Qué hacer con los paños de cocina en la cocina?
Cuando tienes prisa por cocinar, tienes las manos mojadas y el tiempo apremia, es completamente normal no mirar dónde pones los paños de cocina. Resultado: las cuelgas en la puerta de tu horno. Este gesto impulsivo está lejos de ser higiénico y podría tener consecuencias nefastas para su salud y la de su familia. Una vez que se cuelgan en la puerta del horno o del refrigerador, en realidad contaminan esas superficies, lo que genera graves problemas de intoxicación alimentaria. ¿Quién sabe en qué ambiente húmedo se encontraban? Lo cierto es que nadie puede garantizar que estén libres de manchas de grasa y suciedad invisible.
Además, con el calor de la cocina, todos solemos tocar la puerta del horno con las manos limpias para sacar un plato, controlar el proceso de cocción o incluso saborearlo directamente con los dedos. Por eso ningún reflejo se acuerda de aquellas bacterias que quedaron atrás en este famoso bar… Ahora bien, eso es algo para pensar, ¿no crees?
¿Cuál es el mejor lugar para guardar los paños de cocina?
Si no es la puerta del horno o la puerta del frigorífico, ¿dónde se deben guardar los paños de cocina? La respuesta es simple: tienes que colgarlos de un paño de cocina pegado a una pared que no esté húmeda ni cerca del fregadero.
En primer lugar para que tengan un lugar específico como el resto de utensilios de cocina, en segundo lugar para que no contaminen las superficies que entran en contacto con los alimentos y por último para que no rocen la llama del horno. … le ahorraremos los detalles sobre este último punto …
¿Cómo colgar paños de cocina en ganchos caseros?
Estimados lectores, ¿estamos todos de acuerdo en que los paños de cocina deben colgarse en la pared? Bueno, ¡perfecto! Ven y descubre ahora cómo hacer ganchos sencillos en casa:
- Tome 3 pinzas para la ropa, 3 tornillos, un destornillador y un taladro;
- Luego use el taladro para alinear tres agujeros en la pared;
- Y finalmente, fije cada abrazadera de forma segura a la pared atornillándolas con los tornillos y ¡listo!
Aquí tienes tres ganchos súper prácticos que protegen tus paños de cocina de la humedad. Eso es algo bueno, ¿no? Sin embargo, si no quieres perforar la pared, puedes comprar los ganchos adhesivos , ¡que se pegarán directamente y sin dejar rastro!
¿Por qué poner un paño de cocina en el microondas?
¡Los paños de cocina son imprescindibles en la cocina sólo cuando están limpios ! Y para mantenerlo, nada mejor que la alta temperatura del microondas para esterilizarlo y desinfectarlo de los gérmenes y bacterias que contiene. De hecho, lavarlos en la lavadora junto con el resto de tu ropa es una muy mala idea, ya que los gérmenes acaban propagándose a los tejidos que están en contacto directo con tu cuerpo y ¡felizmente se multiplican en un ambiente tan húmedo!
Sin embargo, para un resultado de limpieza óptimo, solo tiene que seguir los siguientes pasos:
- Frote a fondo los paños de cocina sucios en un recipiente con agua caliente o tibia con su lavavajillas habitual o incluso con un lavavajillas convencional antes de dejar actuar el producto;
- Doblarlos y ponerlos en una bolsa de plástico para microondas;
- Mezcla una parte de vinagre blanco con dos partes de agua, luego vierte la mezcla en la bolsa.
- Ponga este último en el microondas sin la tapa durante 2 minutos;
- Deje que los paños de cocina se enfríen antes de recogerlos con pinzas. ¡Felicidades, misión cumplida!
¿Cómo se lava un paño de cocina nuevo?
Los paños de cocina nuevos suelen ser ásperos al tacto, pero puede remojarlos un poco antes de usarlos por primera vez . Así es cómo:
- Remoja en agua fría durante unas horas para relajarte.
- A continuación, mételas en la lavadora y dales un lavado rápido en frío (30°C) sin frotarlas ni escurrirlas.
- Y finalmente, déjalos secar al aire y ¡listo!
Cocinar es un arte, la higiene es una disciplina…