¿Por qué hay que quitar las hojas de los tomates?

Una planta de tomate se compone de hojas, tallo, fruto y raíces. Las hojas son producidas por la planta, que equilibra su cantidad para garantizar su correcto desarrollo.

Para ello, no debes eliminar las hojas, que son las responsables de la fotosíntesis y protegen a la planta del calor y otros elementos desfavorables.

Sin embargo, si eres un jardinero en ciernes, ya habrás oído que es necesario podar las hojas de las tomateras. Pero, ¿por qué es esencial?

¿Por qué es fundamental el follaje del tomate?

Las hojas son una parte esencial del crecimiento de una planta. Las hojas participan en la fotosíntesis, que es una etapa importante en la vida de una planta.

Las hojas también ayudan a absorber nutrientes y a evaporar el agua. Por eso, si se quitan todas las hojas, la planta puede morir rápidamente. Sin embargo, los expertos aconsejan quitar las hojas inferiores.

¿Por qué hay que cortar las hojas inferiores de las tomateras?

Hay varias razones por las que debe podar las hojas inferiores de sus tomateras:

  • Permite que circule el aire y facilita la recolección de los primeros frutos.
  • Las hojas de la base de la tomatera pueden amarillear y cubrirse de manchas.
  • Las hojas inferiores pueden ser atacadas en cualquier momento por plagas.
  • Las hojas inferiores pueden volverse demasiado gruesas.

¿Cuándo debo podar estas hojas del tomate?

Dependiendo de la fase de crecimiento de tus tomateras, puedes podar las hojas a ras de los pies en cualquier momento. Pero no olvide que sus plantas pueden estar sometidas a estrés. Para ello, elimine las hojas inferiores cuando empiecen a formarse los primeros tomates.

Evita cortar las hojas antes de tiempo, ya que durante el periodo de floración las plantas pueden disponer de todos los nutrientes que necesitan.

Al podar, corta las hojas que se encuentran debajo del primer grupo de frutos. Y hazlo en cuanto salga el sol. De este modo, las plantas podrán secarse rápidamente en las zonas cortadas.

Al podar, elimine las hojas gradualmente, pero no todas a la vez.

Al podar, elimine las hojas de la base de la planta que empiecen a envejecer y amarillear.