Durante el verano, pasamos mucho tiempo en la terraza o el jardín haciendo barbacoas. Pero antes de nada, hay que utilizar un aparato limpio y sin manchas.
Si tienes las parrillas de la barbacoa sucias e incrustadas, no hace falta que te gastes un dineral en productos de limpieza comerciales. A continuación te explicamos cómo hacer que vuelvan a brillar con sencillas soluciones de bricolaje.
Asar a la parrilla es una de las mejores cosas del verano. Pero antes de poder disfrutar de esta sabrosa experiencia, primero tienes que asegurarte de que tu parrilla está impecablemente limpia.
Sí, puede que sea un poco engorroso limpiarla, pero si sigues estos fantásticos consejos, tendrás una barbacoa como nueva en un abrir y cerrar de ojos.
Limpie las parrillas sucias con sal gruesa
La sal gorda es un ingrediente eficaz para dejar limpias las parrillas en un santiamén. Éste es el procedimiento a seguir.
- Caliente la parrilla: encienda el fuego y caliente la parrilla durante un máximo de 15 minutos. Esto eliminará los restos de comida y facilitará la limpieza.
- Prepara la sal gorda: coge una pequeña cantidad de sal gorda y viértela sobre la parrilla aún caliente. Ten cuidado de no quemarte.
- Frota la parrilla: ahora coge un cepillo especial para barbacoas y frota la sal gruesa por toda la superficie de la parrilla. Asegúrate de fregar tanto las barras de la parrilla como los lados.
- Elimina los restos de sal: una vez que hayas terminado de frotar la sal de la parrilla, coge un paño y pásalo por la parrilla para eliminar la sal y otras partículas de comida.
Usar vinagre blanco para dar brillo a las rejillas incrustadas
Todo lo que tienes que hacer para mantener tus parrillas limpias y relucientes es utilizar vinagre blanco y seguir estos sencillos pasos.
- Enfría la parrilla: antes de empezar a limpiar, asegúrate de que estás manipulando una parrilla completamente fría para evitar quemarte.
- Prepara una solución de vinagre blanco: toma cantidades iguales de vinagre blanco y agua y viértelas en una botella con pulverizador. Agítalo enérgicamente para mezclarlo.
- Pulveriza la solución limpiadora sobre la parrilla: cuando la solución esté lista, pulverízala abundantemente sobre la superficie de la parrilla, concentrándote en las zonas sucias e incrustadas. A continuación, deje que la solución actúe durante unos minutos para desprender los residuos quemados.
- Cepille la parrilla: pasado este tiempo, frote enérgicamente la superficie con un cepillo de cerdas gruesas. Preste especial atención a las zonas muy sucias o difíciles de limpiar. El vinagre blanco actuará eficazmente para eliminar toda la suciedad.
