Cuando se trata de añadir un sabor excepcional a una preparación culinaria, el ajo suele ser el condimento esencial. Sumergirlo en una taza de leche: es el truco poco conocido que todo el mundo ignora.
El ajo es esencial en la cocina para dar a los platos un sabor inconfundible. Como la cebolla, la sal y el azúcar, es uno de los condimentos más populares y utilizados. Pero el ajo también puede ser un aliado inestimable en el mantenimiento del hogar, aunque mucha gente no se dé cuenta.
Hablando de sus principales usos domésticos, ¿ha probado alguna vez a poner unos dientes de ajo en la taza del váter antes de acostarse? Es un remedio infalible de la abuela que te dejará sin palabras.
Remojar ajos en una taza de leche: un truco poco conocido
¿Alguna vez has comido un plato condimentado con este ingrediente, crudo o no, y te has dado cuenta de que no podías digerirlo? Esto sucede a menudo porque el ajo tiene un sabor fuerte y un aroma intenso que lo diferencian de otros condimentos. Para evitar este inconveniente, aquí tienes la solución.
Para evitar problemas digestivos sin renunciar al ajo, puedes recurrir a la leche. ¿Cómo? Basta con pelar los dientes de ajo que quieras utilizar y sumergirlos en la leche. Ajusta el tiempo de pausa en función de la temperatura de la leche. Cuanto más fría esté, más tiempo deberás dejarla actuar. Espera al menos media hora antes de escurrirlos y utilizarlos en tu receta. De este modo, el ajo será más fácil de digerir sin alterar su fragancia ni su sabor.