Este es el método infalible del pincho que te permite saber si se están muriendo. Realmente es fenomenal.
Las altas temperaturas, la falta de nutrientes, los ataques de insectos o incluso las enfermedades pueden dañar la salud de las plantas de tu jardín. Pero hay un nuevo truco que sólo conocen los viveristas expertos: la técnica del pincho. Te ayuda a saber si las plantas se están muriendo o no. Es un método extraordinario.
Plantas sanas y exuberantes: ¿qué nutrientes necesitan?
La exposición a la luz solar, el clima, el PH del suelo, la humedad, las sales minerales y los agentes externos son factores que tienen un efecto crucial en la salud de sus plantas. Para crecer sanas y prosperar, las plantas necesitan absorber todos los nutrientes del agua, el aire y el suelo. El carbono, el oxígeno y el hidrógeno son los nutrientes no minerales que obtienen del agua y el aire, mientras que los demás nutrientes minerales son absorbidos por las raíces de las plantas a partir del suelo. La acidez y la textura del suelo determinan la cantidad de nutrientes necesarios para el crecimiento y la salud de las plantas.
El calcio es un mineral esencial que desempeña un papel vital en la división celular. Una carencia de nitrógeno ralentiza el crecimiento de las plantas, mientras que un exceso de nitrógeno provoca desequilibrios en el ciclo vital. El fósforo es también uno de los principales macronutrientes necesarios para el correcto desarrollo de los procesos de crecimiento de las plantas. Otros nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas son el cobre, el hierro, el cloro, el zinc, el molibdeno, el boro, el potasio y el magnesio.
La técnica del pincho: ¿en qué consiste?
Para comprobar la salud de las plantas, hay que utilizar la técnica del pincho. Basta con clavar una brocheta en la tierra y, una vez que la hayas sacado, sabrás si la tierra está húmeda o seca. En resumen, basta con un pincho de madera para conocer el estado de hidratación del suelo y la salud de la planta.
Cuando las temperaturas son altas, es mejor regar las plantas a primera hora de la mañana o por la noche. Cuando las temperaturas son bajas, no es necesario regar las plantas en exceso. Entrarán en un estado de quietud. Lo mismo se aplica a las lluvias torrenciales, ya que se corre el riesgo de causar daños irreparables a las especies vegetales.