Los 4 mejores abonos naturales para conseguir tomates grandes y jugosos

¿Quiere una buena cosecha con tomates más grandes y jugosos? Entonces ha llegado al lugar adecuado. Los tomates son sin duda una de las hortalizas más cultivadas.

Pero para que crezcan bien, necesitan una fertilización adecuada. Para ello, deja a un lado los productos químicos y opta por los abonos naturales, que son muy buenos para tus tomates y no cuestan casi nada.

Éstos son los 4 mejores abonos naturales que puedes utilizar en julio para aumentar el tamaño de tus tomates

Ceniza de madera

La ceniza de madera es muy rica en potasio y fósforo, por lo que es importante utilizar las dosis adecuadas. Para no alterar el pH del suelo, este abono natural debe utilizarse con moderación.

Además, la ceniza de madera puede ayudar a los tomates a ser más resistentes a las enfermedades. Basta con esparcir este abono natural directamente sobre los tomates. O diluya 1 taza de ceniza en 1 litro de agua caliente.

Déjalo reposar toda la noche antes de filtrar la mezcla. A continuación, diluye la solución resultante en 10 litros de agua.

Cáscaras de huevo trituradas

Las cáscaras de huevo son el abono mineral perfecto para tus tomateras, gracias a su generosa cantidad de calcio. Además, este abono rico en minerales puede ayudar a prevenir la podredumbre de la flor.

Para utilizarlo, puedes usar el polvo como mantillo o convertirlo en abono líquido. Para ello, hierve unas 20 cáscaras de huevo y deja enfriar la mezcla antes de verter la solución sobre los tomates.

Cáscaras de plátano

No es ninguna broma, pero una infusión a base de cáscaras de plátano puede potenciar el crecimiento de tus tomates. Las cáscaras de plátano son una fuente inagotable de fósforo, potasio y otros oligoelementos esenciales para los tomates.

Para preparar esta insólita infusión, seca 7 cáscaras de plátano al sol durante varios días. Una vez secas, tritúrelas en una batidora hasta obtener un polvo muy fino. A continuación, tome unas cucharadas de este polvo y mézclelo con una cucharadita de sal de Epsom y dos litros de agua. A continuación, espolvorea la solución resultante sobre tus tomates.

Bicarbonato sódico

Aunque es conocido como repelente para el jardín, también puedes utilizarlo como fertilizante. Para cultivar tomates grandes, aplica una mezcla de agua y bicarbonato de sodio en la base de los tomates y listo.