En esta época del año, los posos del café son un residuo ecológico esencial. No cometas nunca el error de tirarlos, porque no sólo se pueden utilizar como abono, sino que también se pueden quemar por este mismo motivo.
Lo que ocurre si quemas posos de café en casa: ¡te engancharás!
Después de prepararte el café de la mañana, guarda los posos en un recipiente de lata o cristal. Asegúrate de que el fondo esté todavía húmedo y luego quema el contenido.
Este consejo puede parecer extraño, pero el fuerte olor del café que se desprende ayuda a deshacerse de insectos no deseados, como los mosquitos. El olor del café también ayuda a eliminar las larvas de mosquito.
No dudes en añadir clavo o una ramita de canela para potenciar la fragancia. Puedes insertar el tapón en una vela de hendidura para quemar fácilmente los posos de café.
Sin embargo, puedes adoptar un enfoque diferente utilizando café líquido. Para ello, dilúyelo en agua y transfiere la solución a una botella con pulverizador. Pulveriza sobre el agua estancada que tiende a acumularse en los platillos o en los alféizares de las ventanas.
Otros usos alternativos de los posos de café
Este polvo puede utilizarse como abono natural para ciertos tipos de plantas. También puedes ponerlo en un cuenco dentro de la nevera para absorber los malos olores.