Con el tiempo y el uso, los cristales se vuelven opacos. Pierden brillo y, aunque hagas un segundo lavado, no es suficiente para cambiar las cosas. Para eliminar estas desagradables manchas, existe un ingenioso truco que se remonta a la época de nuestras abuelas. Se trata de poner ralladura de limón en agua caliente. Sigue leyendo para descubrir cómo.
Te explicamos por qué todo el mundo pone ralladura de limón en agua caliente: ¡no creerás lo que ven tus ojos!
Los remedios naturales ganan cada vez más terreno. No sólo son fáciles de aplicar, sino que también prometen ser muy eficaces. Estos son los pasos que debes seguir para recuperar el brillo perfecto de tus gafas:
- Prepara cáscaras de limón o naranja y agua caliente;
- Coloque los limones exprimidos o las cáscaras en el cesto junto a la cristalería;
- Programa un ciclo de lavado.
Si lavas a mano, simplemente añade un vaso de zumo de limón al fregadero lleno de agua. Sumerge los vasos y crearás una esponja natural con medio limón espolvoreado con bicarbonato sódico. También puedes poner el bicarbonato de sodio en un cuenco y simplemente sumergir el limón.
¿Qué pueden hacer los limones por tu hogar?
También puedes limpiar con limón superficies de acero como el fregadero o la placa de cocción. Lo mismo ocurre con sartenes y cacerolas. Para ello, sólo tienes que humedecer el acero con agua caliente y frotar con la esponja natural de limón. Termina aclarando y listo. Ten cuidado de no utilizar limón en superficies delicadas como la piedra natural o el mármol.