Gracias a esta técnica esencial, podrá conservar los caquis hasta 6 meses.

¿Cómo tener fruta a mano en la despensa? Con este procedimiento rápido y sencillo podrá disponer de caquis siempre que le apetezca comerlos. Descubra cómo.

Los caquis son originarios de China y Japón. Muy extendidos por el Mediterráneo, se caracterizan por su fina piel de color naranja brillante y su pulpa blanda, jugosa e increíblemente dulce.

Los caquis inmaduros son muy amargos y casi incomestibles. Pero una vez maduros, su sabor es similar al de la miel gourmet aterciopelada.

Mucha gente ignora que esta fruta tiene muchos beneficios para la salud. El caqui es excelente para el aparato digestivo y ayuda a la flora bacteriana en casos de estreñimiento y colitis.

Compuesto principalmente de agua y azúcar, este fruto es rico en minerales como el potasio, el calcio y el fósforo, esenciales para las personas con problemas óseos.

Los caquis también están cargados de vitamina C y vitamina A, y sólo contienen 70 kcal por cada 100 gramos de producto.

Sin embargo, esta fruta sólo se cosecha en otoño. Entonces, ¿cómo tenerla a mano todo el año en la despensa? He aquí un truco que probablemente debería conocer. Es fácil y está hecho en casa.

Cómo conservar bien los caquis frescos en casa: descubre este sencillo truco

Puedes recoger los caquis cuando tengan un color amarillento y guardarlos en una bodega fresca hasta 3 meses. También puede utilizar este truco.

Ingredientes para 4 tarros

8 caquis
Orégano seco al gusto
1 litro de vinagre de vino blanco
1 litro de vino blanco
Aceite de oliva virgen extra

¿Cómo se preparan?

Lo primero que hay que hacer es lavar los caquis cuando aún están amarillos y cortarlos en rodajas finas de 4 a 5 mm con una mandolina. Calentar el vinagre y el aceite de oliva en una sartén. En cuanto se formen las primeras burbujas, vierta las rodajas de caqui de modo que queden cubiertas hasta la última capa.

Después de 3 minutos, apague el fuego, escurra las rodajas en un colador y colóquelas sobre paños de cocina limpios sin superponerlas. Unte las rodajas con un paño limpio y déjelas secar durante al menos 12 horas.

Una vez transcurrido este tiempo, rellene los tarros rociando el fondo con aceite, luego 5 rodajas de caqui, luego orégano, y así sucesivamente.

Cierre los tarros y póngalos boca abajo para que el aire bloquee la parte superior y se cree el vacío. Guarde los tarros en un lugar fresco y seco durante un máximo de 12 meses.