Para mantener la casa limpia, hay una lista de cosas que hay que hacer cada día: quitar el polvo, barrer, fregar el suelo, lavar los platos o lavar la ropa.
Pero poca gente sabe que existe otro tipo de limpieza llamada limpieza fina, que consiste en limpiar a fondo la casa de forma regular.
¿En qué consiste este tipo de limpieza y cómo podemos hacerla lo menos pesada posible?
¿Qué es la limpieza a fondo?
La limpieza doméstica ordinaria es una tarea clásica que elimina la suciedad para mantener la casa limpia y ordenada a diario.
La limpieza fina, en cambio, es una operación de limpieza en profundidad que debe realizarse periódicamente según las necesidades.
Ya sea trimestral, semestral o anualmente, esta limpieza depende de multitud de factores como la zona en la que se encuentra la casa, el nivel de suciedad y el nivel de uso.
En definitiva, se trata de una limpieza exhaustiva y minuciosa que garantiza el mantenimiento de todos los elementos de la casa que a menudo se descuidan con la limpieza ordinaria.
¿Cómo se organiza este tipo de limpieza?
La limpieza fina consiste en limpiar elementos del hogar que no forman parte de la rutina de limpieza diaria, como campanas de cocina, persianas enrollables, contraventanas, azulejos de baños y cocinas, cortinas y encimeras de muebles.
Limpieza de todas las luminarias, persianas y radiadores
Para realizar esta operación de limpieza, empiece por limpiar y abrillantar las luces, persianas, radiadores y aparatos de aire acondicionado. Así evitarás llenar la casa de polvo. Lo mejor es hacer esta limpieza en un solo día antes de pasar a la limpieza final de las distintas habitaciones.
La cocina
Empieza por vaciar los armarios y la despensa para limpiar el interior. A continuación, comprueba las fechas de caducidad de los alimentos antes de guardarlos.
A continuación, limpia el cubertero y los paños de cocina. No olvides abrillantar los azulejos, la campana extractora y la placa de cocción.
En cuanto al frigorífico, descongélalo y limpia el lavavajillas si lo tienes.
Termina la limpieza refrescando las cortinas, los manteles y las fundas de las sillas.
Los dormitorios
Quita toda la ropa de cama y lávala para refrescarla. Limpia también el colchón y las almohadas.
No olvides lavar las cortinas o el edredón de la cama.
No olvides limpiar el interior de armarios y roperos.