Esponja de ducha: ¿hasta cuándo hay que cambiarla? El consejo de los dermatólogos

Cuando nos duchamos, nos encanta tener esta esponja tan suave para exfoliarnos la piel. Sin embargo, este accesorio no dura para siempre. Hay que cambiarla con la misma frecuencia que se cambia la toalla. ¿Con qué frecuencia hay que cambiar la esponja de ducha?

¿Por qué hay que cambiar la esponja de ducha con la misma frecuencia?

A la hora de lavarse el cuerpo, muchas personas han abandonado el baño tradicional en favor de la ducha. La ducha es una forma rápida y práctica de limpiar todo el cuerpo sin malgastar agua.

Durante este ritual relajante, se suele utilizar champú para el pelo y gel de ducha para la piel. Muchas personas optan también por una esponja de ducha para limpiar eficazmente todas las zonas del cuerpo. Sin embargo, es importante recordar que hay que utilizar una esponja limpia y sana.

El mercado actual ofrece una amplia gama de esponjas que son a la vez eficaces y suaves. Hay esponjas sintéticas, por ejemplo, así como modelos que se asemejan a una retina.

Si eres fan de este accesorio de ducha, ten en cuenta que debes sustituirlo con regularidad. Además, los dermatólogos dan su opinión sobre esta frecuencia.

¿Con qué frecuencia debo cambiar mi esponja de ducha?

Si utilizas una esponja de ducha para lavarte todos los días, el material del que está hecha se desgastará con el tiempo. Además, tu esponja de ducha también se ve invadida por bacterias, tanto en su interior como en su parte superior, lo que puede ser peligroso para la higiene de tu cuerpo.

Por eso, los dermatólogos recomiendan sustituir regularmente la esponja de ducha. En muy poco tiempo, el calor y la humedad hacen que proliferen las bacterias y el moho en la esponja. Y si no la cambias, estos elementos pueden provocar infecciones y rojeces.

Los expertos en piel recomiendan escurrir bien la esponja y desinfectarla después de cada uso. Así evitarás la aparición de moho y bacterias en la esponja. A continuación, seca la esponja en un lugar bien ventilado antes de volver a utilizarla.

Y no olvides cambiar la esponja con frecuencia. Si utilizas esponjas sintéticas, debes cambiarlas cada 3 ó 4 semanas.

Sin embargo, las esponjas con retina pueden seguir utilizándose unas semanas más. En resumen, ¡todo depende de la frecuencia con la que utilices tu esponja de ducha!