El horno es el aliado número uno de los apasionados de la cocina para preparar sabrosas recetas. Pero con el tiempo, este electrodoméstico puede acumular suciedad, restos de comida y restos de grasa que quedan atrapados en las paredes o en las bandejas de horno. Si deja su horno en este estado, pueden desarrollarse olores fuertes y desagradables, que acabarán invadiendo toda la cocina si no se limpian a tiempo. Entonces, ¿cómo eliminar los malos olores del horno sin recurrir a productos químicos?
¿Has oído hablar alguna vez del método del cuenco? Se trata de un truco de la abuela muy popular que te ayuda a deshacerte de los olores indeseados que dominan tu horno a la vez que lo limpia de forma eficaz y natural. Para que este método sea todo un éxito, necesitarás unos cuantos ingredientes naturales que seguro que tienes en el armario de tu cocina. En pocos pasos, ¡tendrás un horno limpio, sin olores y como nuevo!
Limón
El limón es uno de los cítricos más populares en la cocina. Útil para realzar el sabor de los platos, tiene una amplia gama de beneficios para la salud. Sin embargo, poca gente sabe que los limones son un guerrero de primera clase en la lucha contra la suciedad. Este versátil cítrico es formidable a la hora de neutralizar la más mínima suciedad y desterrar todas las bacterias y gérmenes que pululan por las superficies del hogar y los electrodomésticos. Con el limón puedes preparar un detergente natural que eliminará los malos olores de tu hogar.
Si lo usas para el horno, coge un bol y llénalo de agua caliente. Añade unas rodajas de limón. Precalienta el horno e introduce el bol durante 10 minutos a 180ºC. Una vez transcurrido este tiempo, saca el bol. En lugar de malos olores, olerás un agradable aroma a cítricos. A continuación, limpia el horno con un paño limpio para eliminar cualquier resto de residuos y suciedad.
Vinagre blanco
El vinagre blanco es un arma infalible para acabar con los olores fuertes y persistentes que invaden tu horno. Para utilizarlo con el truco del bol, coge un bol con agua caliente y vierte en él 2 vasos de vinagre blanco o vinagre de sidra. Mételo en el horno precalentado a 180°C durante unos minutos. Si esta mezcla ha eliminado los malos olores, puedes utilizarla para limpiar las paredes de tu horno.