Las sartenes y cacerolas de hierro fundido pueden durar eternamente si se cuidan bien. Sin embargo, antes de usarlos, estos utensilios de cocina requieren un mantenimiento llamado culleting. Se trata de un tratamiento especial de la superficie metálica para hacerlos más resistentes. Esta técnica también crea una superficie adhesiva que reduce el riesgo de quemaduras y evita que los alimentos se peguen al cocinar.
¿Qué debe hacer si su sartén está oxidada?
Empiece por sumergir la sartén en una solución de vinagre y sal. Para eliminar el óxido, lave la sartén con agua jabonosa y frótela enérgicamente. Utiliza lana de acero para frotar. A continuación, aclara con agua caliente. Repite la operación hasta que el óxido haya desaparecido por completo.
¿Cómo se hace el hilvanado?
El proceso de rebozado comienza precalentando el horno a 450 °F o 230 °C. A continuación, aplique una fina capa de aceite por todo el utensilio (por dentro y por fuera), así como en el mango. Extienda el aceite por toda la superficie con una toalla de papel. A continuación, caliente la sartén en el horno durante dos horas. Déjela enfriar.
Puede repetir esta operación hasta tres veces para rellenar eficazmente las cavidades. Después, es aconsejable repetirla con regularidad.
En cuanto al tipo de aceite, se puede utilizar cualquier aceite vegetal, incluido el de girasol, colza, oliva o nuez. Sin embargo, debe ser puro y no haberse utilizado nunca antes.
¿Cómo mantengo el revestimiento antiadherente?
Para que el revestimiento antiadherente de su sartén dure más tiempo, siga estos pasos. Si su utensilio está muy sucio, sumérjalo en agua caliente. Después, con una rasqueta o un cepillo de cerdas diseñado para este tipo de utensilios, frótelo suavemente. No utilice detergente líquido durante este proceso, ya que podría dañar el revestimiento antiadherente.
Después de la limpieza, aplique una fina capa de aceite a toda la sartén utilizando una toalla de papel. Esto protegerá el revestimiento antiadherente y lo hará más duradero.