Conservación de las manzanas: ¿cuánto tiempo se mantienen frescas y crujientes?

Cuando vas a la compra, ¿compras siempre manzanas maduras y crujientes? Sí, es una fruta muy sana y nutritiva, estupenda para la salud.

Sin embargo, al cabo de unos días, te encuentras con manzanas que empiezan a estropearse y a menudo acaban en la basura sin ser consumidas. Esto se debe principalmente a un mal almacenamiento, que puede hacer que la fruta se deteriore.

Si has comprado una gran cantidad de manzanas para poder disfrutar de ellas durante más tiempo, en este artículo te damos algunos consejos para conservarlas correctamente y evitar que se estropeen antes de tiempo. Es una forma estupenda de reducir tus viajes al supermercado y ahorrar mucho dinero al mismo tiempo.

¿Cómo conservar las manzanas para que se mantengan frescas durante mucho tiempo?

Si sabes cómo conservar las manzanas, podrás tener fruta que dure más tiempo con su sabor intacto. Además, esto puede reducir considerablemente el desperdicio de alimentos.

Conservar manzanas enteras

¿Te gustaría poner tus manzanas enteras y maduras en una cesta de fruta en tu encimera? Sí, es una buena idea, pero las manzanas que se dejan a temperatura ambiente sólo conservan su frescura durante una semana.

Así que si tienes manzanas destinadas a ser consumidas rápidamente, este método de almacenamiento es perfectamente adecuado. De lo contrario, puedes colocarlas en un lugar fresco y alejado de la luz solar directa para conservarlas durante más tiempo.

Ten en cuenta que a las manzanas no les gusta el calor, por lo que su lugar preferido para guardarlas es el cajón de las verduras del frigorífico. Si las guardas ahí, tus manzanas pueden durar hasta 8 semanas sin estropearse.

Sin embargo, debes asegurarte de que no estén cerca de otras frutas y verduras, ya que pueden producir gas etileno, que hace que otras frutas maduren rápidamente.

Conservar las manzanas peladas o en trozos

Aunque las manzanas enteras pueden durar más, no ocurre lo mismo con las peladas o troceadas. Una vez que la pulpa de la manzana entra en contacto con el aire, se produce una reacción química y los trozos de manzana se vuelven marrones. Esto se llama oxidación.

Para conseguir rodajas de manzana que no se oxiden y puedan durar hasta 5 días, vierta unas gotas de zumo de limón sobre los trozos de manzana. A continuación, colócalos en un recipiente hermético o en una bolsa con cierre hermético.