Por muy cuidadosos que seamos a la hora de mantener limpio nuestro hogar, tenemos que admitir que el polvo nunca parece darnos un respiro, ya que se acumula rápidamente.
Por no hablar del hecho de que tiende a instalarse en los espacios más estrechos y difíciles de limpiar: ahí es donde incluso puede acumularse. Es el caso de las esquinas de los suelos, que a menudo tienden a ennegrecerse.
Hoy vamos a ver cómo eliminar el ennegrecimiento de las esquinas del suelo debido a la acumulación de polvo y suciedad.
Jabón de Marsella
El primer remedio que te proponemos es utilizar jabón de Marsella, un ingrediente conocido por su capacidad para limpiar la mayoría de las superficies con suavidad y sin dañarlas.
Para limpiar las esquinas con este ingrediente, te sugerimos que empapes un cepillo de dientes en una mezcla de agua y una cucharada de jabón de Marsella.
En ese momento, pásalo por las esquinas para eliminar eficazmente las manchas.
Bicarbonato
Al igual que el jabón de Marsella, el bicarbonato de sodio también es un ingrediente que puede utilizarse para eliminar las manchas de polvo gracias a sus propiedades quitamanchas.
Basta con añadir 2 cucharadas de bicarbonato a un litro de agua, verterlo en un pulverizador y rociar la mezcla resultante en los rincones sucios. Déjalo actuar unos instantes y utiliza un bastoncillo de algodón o un cepillo de dientes para eliminar cualquier resto.
Vinagre
Este ingrediente tiene grandes propiedades blanqueadoras y eliminará la suciedad en un santiamén.
En una botella con pulverizador, mezcla 1 vaso de vinagre y 1 vaso de agua y pulveriza esta mezcla en las esquinas. A continuación, cepilla con un cepillo de dientes y seca bien con un paño.
N.B. No utilice vinagre en superficies como piedra natural o mármol, ya que puede corroerlas.
Spray para quitar el polvo
Vierte 2 vasos de agua, 2 vasos de vinagre, 1 vaso de jabón de Marsella y 1/2 cucharada de aceite de oliva en una botella y agita enérgicamente para mezclar bien. En ese momento, vierte la mezcla sobre la esquina ennegrecida y deja reposar. A continuación, cepillar con un cepillo de dientes y secar bien con un paño.
