La cocina es uno de los electrodomésticos que utilizas a diario. Mientras preparas una comida, las salpicaduras de grasa y los cazos rebosantes pueden manchar tu electrodoméstico, sobre todo la placa de cocción y los quemadores. Esto puede dejar su cocina en mal estado.
Por eso es necesario limpiar y mantener la cocina con regularidad. No es necesario invertir en productos de limpieza caros, ya que los productos naturales pueden ayudarle a conseguir unos resultados impecables.
Su cocina necesita un mantenimiento regular para eliminar los restos de comida y las salpicaduras de grasa de su superficie. Si estos restos no se eliminan a tiempo, pueden endurecerse y resultar difíciles de quitar.
Limpiar la cocina: basta con medio limón
El limón es el ingrediente perfecto para una limpieza eficaz y sin riesgos, gracias a su alto contenido en ácido cítrico. Este compuesto tiene la capacidad de desinfectar y desengrasar las superficies a la vez que elimina las manchas difíciles.
Comience la operación de limpieza espolvoreando sal fina sobre su placa de cocción. A continuación, utilice medio limón para frotar la superficie como si fuera una esponja. Deje reposar durante unos 10 minutos y limpie la placa suavemente con un paño de microfibra húmedo. Ten en cuenta que la sal tiene una acción abrasiva, lo que facilita la eliminación de la suciedad.
Después de limpiar la superficie de su aparato, utilice el limón para limpiar la parrilla y los quemadores. Para ello, retire con cuidado los quemadores y sumérjalos en un recipiente con agua caliente y zumo de limón. Déjalos reposar durante 30 minutos. A continuación, frótalos con una esponja para que queden brillantes. Por último, acláralos y sécalos bien antes de volver a colocarlos en tu cocina.
Limpia tu cocina con otros productos domésticos
Además del limón y la sal, puedes dejar tu cocina brillante y limpia utilizando bicarbonato sódico. Es el producto doméstico por excelencia que puede limpiar eficazmente las superficies a la vez que elimina las manchas de grasa.
Para ello, espolvoree un poco de este polvo blanco por toda la placa de su electrodoméstico y frote con una esponja húmeda por la parte no abrasiva para evitar rayar su placa. A continuación, aclare y limpie con un paño ligeramente humedecido.
Debe limpiar la placa después de cada uso para evitar que se acumule la suciedad. Una solución de bicarbonato y agua caliente es suficiente para limpiarla.