Para embellecer su hogar, las cortinas suelen complementar los muebles que reflejan su gusto personal. Ya sean de colores, estampadas o neutras, siempre tienen ese algo extra que las hace únicas. ¡Y siempre es agradable tenerlas limpias y frescas! Precisamente por eso hoy vamos a ver todas las formas de refrescarlas.
¿Cómo lavar bien las cortinas?
Para lavar bien las cortinas, hay que prestar especial atención a los tejidos muy delicados. Es muy importante leer antes las etiquetas de lavado. ¿Cuál es la mejor manera de lavar las cortinas según el material del que estén hechas?
Lana, seda y terciopelo
La lana, la seda y el terciopelo son los tres tejidos más preciosos y delicados que existen. Antes de lavarlas, asegúrate de leer las etiquetas de lavado o las instrucciones que deja el fabricante. A menudo, estas cortinas deben lavarse a mano y nunca en lavadora. Así que hay que tener paciencia.
Utiliza productos como jabón de Marsella y bicarbonato sódico, poniendo no más de 1 cucharada en el lavabo. Al aclarar, procura no apretar demasiado. Para eliminar el agua, puedes envolverlos en una o varias toallas.
Algodón
A diferencia de estos 3 materiales, las cortinas de algodón son las más resistentes y las más populares de todas. Para lavarlas, sumérgelas en agua tibia, nunca demasiado caliente, sobre todo si son de color.
A continuación, añade al agua 2 cucharadas de jabón de Marsella líquido o rallado, 1 cucharada y media de vinagre blanco y 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio. Deja en remojo unos 45 minutos y aclara suavemente.
Lino
Las cortinas de lino son muy resistentes, pero se arrugan con facilidad. Por eso es aconsejable evitar arrugarlas demasiado o tensarlas demasiado.
Este tipo de cortina se puede lavar a máquina a baja temperatura. No obstante, compruebe antes las etiquetas de lavado. Para lavarlas, sumerja la cortina en agua templada y déjela en remojo durante 4 horas. Añada 2 cucharadas de bicarbonato sódico y 1 cucharada de jabón de Marsella y, a continuación, aclare.
Organza
Las cortinas de organza dan un toque único a tu hogar. Permiten que la luz del sol ilumine su hogar. La organza suele ser transparente o sintética, y los dos materiales se lavan de forma diferente.
En el primer caso, lávelas en agua fría utilizando sólo bicarbonato sódico. Déjala en remojo unas horas y luego aclárala. La organza sintética, en cambio, se puede lavar a máquina en un lavado delicado a una temperatura máxima de 30°.