¿Qué pasa si cubres la cacerola con una bolsa de plástico? Es un gran consejo de amas de casa expertas, ¡por fin al descubierto!
¿Has probado alguna vez a envolver el cazo en una bolsa de plástico? ¡Aquí tienes un método genial que te sorprenderá! Sigue los pasos de las amas de casa y te sorprenderán los resultados.
Envolver la cacerola en una bolsa de plástico: ¡una técnica que arrasa en Internet!
¿Tienes cacerolas en los armarios de tu cocina que se están volviendo negras por los residuos quemados? Cuando utensilios como las cacerolas se queman por fuera, tenemos la desafortunada costumbre de utilizar los potentes detergentes del mercado para limpiarlas. Sin embargo, hay que tener cuidado a la hora de elegir los productos, ya que los inadecuados o las esponjas abrasivas pueden dañar las sartenes.
Hay un método que no mucha gente conoce, pero que puede ayudarte a devolver a tus cacerolas su estado original. Es el truco secreto revelado por las amas de casa más expertas para deshacerse de las cacerolas sucias con marcas de quemaduras. Consiste en envolver la olla en una bolsa de plástico.
¿Cómo funciona?
Empieza por coger una botella pequeña de Coca-Cola y vierte sólo una taza en un bol. A continuación, añade dos cucharadas de bicarbonato sódico y empieza a mezclar bien.
A continuación, añade dos cucharadas de detergente líquido y una cucharada de sal y vuelve a mezclar. A continuación, vierte la solución resultante en una botella de plástico, ciérrala bien y perfora el tapón para hacer pequeños agujeros.
Cuando la solución limpiadora esté lista, coge tu sartén más sucia con incrustaciones y marcas de quemaduras y sumérgela en una bolsa de plástico. A continuación, asegúrate de que puedes verter la solución limpiadora preparada en la bolsa.
Una vez sumergida la sartén en la solución a base de Coca-Cola, cierra bien la bolsa y déjala actuar durante una hora o más si es necesario. Transcurrido este tiempo, abre la bolsa y saca la olla. Verás que toda la suciedad ha desaparecido.
Ahora sólo tienes que rascar el fondo de la olla con una esponja abrasiva. Después de unas cuantas pasadas con la esponja, la sartén volverá a estar brillante y reluciente como nueva.