Añadir azúcar a una taza de café es perfectamente normal, pero añadir un poco de sal puede parecer una locura. Sin embargo, este truco de abuela es especialmente eficaz para reducir el amargor de esta bebida esencial por las mañanas.
Incluso se recomienda añadir sal para resaltar los sabores ocultos del café.
¿Ha pensado alguna vez en poner sal en su taza de café?
Será mejor que lo haga ahora
Solo, dulce, con leche, con nata… Cada uno tiene su manera de saborear y disfrutar del café por la mañana. Sin embargo, a algunas personas no les gusta el sabor amargo de esta bebida y quieren reducirlo. Por eso es necesario añadir sal a la bebida.
No sólo para el café, sino para la comida en general, la sal es un supresor del amargor. Por eso también debes añadir sal a las berenjenas.
Vale la pena señalar que esta característica del cloruro sódico ha sido objeto de investigación. Se ha descubierto que mezclando ingredientes dulces y amargos y añadiendo una pizca de sal se obtiene una mezcla más dulce.
Este cambio de sabor se explica por el hecho de que la lengua tiene varios receptores cuya función es percibir diferentes sabores. El receptor de la sal se define como el canal epitelial del sodio. Los receptores amargos forman parte de la familia TAS2R.
Según estudios realizados en 2013 sobre el ENaC o canal de sodio en ratones, este último recibe niveles bajos de cloruro de sodio.
Cuando los niveles de cloruro de sodio son altos, la sal actúa sobre los receptores de amargura y acidez. En pocas palabras, le aconsejamos que no coma demasiada sal de una sola vez.
Amargor del café: todo depende del tueste
Esta técnica contribuye a la formación de lactonas de ácido clorogénico. El tueste oscuro es el método responsable del sabor más amargo.
En los países que adoptan esta técnica, es habitual añadir una pizca de sal a la taza de café para reducir el amargor.
Es el caso de Vietnam, por ejemplo, donde el café salado suele servirse con leche condensada. ¿El resultado? Un café especialmente sabroso con un sabor ligeramente caramelizado.
En cualquier caso, siempre puede conformarse con un café au lait o un café sucré si la versión salada no es su punto fuerte.