Albahaca: cómo cultivarla para conseguir una planta exuberante y fragante durante todo el año

Cultivar albahaca no es exigente, con algunas precauciones podemos obtener una planta fragante y exuberante incluso en los meses de invierno: así es como se hace

Como cada año, la albahaca asoma por balcones y terrazas y puede utilizarse fresca en platos típicos del verano   De hecho, es una de las plantas aromáticas más utilizadas porque enriquece cada receta.

El verano está aquí y estamos ansiosos por comprar una plántula y exhibirla en el alféizar de la ventana de casa, pero a los pocos días se marchita o las hojas dejan de crecer. De hecho, cultivar albahaca no es exigente, con algunas precauciones podemos obtener una planta fragante y exuberante incluso en los meses de invierno.

Las propiedades y beneficios de la albahaca.

La albahaca nace en primavera, florece en verano y se marchita en los meses de octubre y noviembre a febrero. Esto significa que es una planta anual con un ciclo de vida preciso.

Sus orígenes son muy antiguos, de hecho originalmente se utilizaba como producto de belleza. Hoy en día la planta se utiliza en platos no sólo por su sabor especial, sino también porque aporta una serie de beneficios.

Por ejemplo, cuando se usa fresco, es excelente para aliviar los cólicos y náuseas por indigestión y todos los problemas relacionados con el sistema digestivo. No sólo las hojas, sino también el aceite esencial son ideales para aliviar los calambres intestinales. Además, es perfecto para las dolencias invernales. Basta preparar una infusión de hojas y aceite y al poco tiempo estaremos libres de resfriados, tos y asma.

En algunas estaciones es posible que tengas poco apetito, pero para no perderte los minerales y vitaminas esenciales para el bienestar personal, puedes utilizar las hojas, que son ricas en agua, fibra, proteínas y azúcar.

Las variedades de albahaca

Además de la albahaca más común, existen muchas variedades de esta planta:

  • Albahaca para ensalada: cultivada en la región de Campania y caracterizada por hojas grandes y un aroma con notas de menta;
  • Albahaca griega: La planta tiene forma redondeada a medida que crece;
  • Albahaca tailandesa: la planta muy aromática, con notas que recuerdan a la menta y al regaliz;
  • Albahaca mexicana: tiene un característico color rojo oscuro y aroma afrutado.

Cómo cultivar albahaca

La albahaca es una planta que crece todo el año, pero prefiere los meses de verano cuando florece profusamente, mientras que tiende a no producir flores en los meses de otoño hasta febrero. Para que crezca bien necesita de 6-8 horas de sol al día y la tierra debe estar siempre húmeda. En general, sin embargo, no se debe utilizar demasiada agua, de lo contrario perderá todo su sabor. Además, se deben podar las inflorescencias para favorecer el crecimiento de las hojas. La albahaca se puede cultivar tanto en casa como en el balcón. Es importante considerar algunos aspectos.

Cómo cultivar albahaca en macetas

La albahaca es una planta que puede crecer en macetas dentro o fuera de una casa. Es importante prestar atención a las condiciones climáticas, porque la planta no puede soportar temperaturas inferiores a 10 grados durante mucho tiempo. Por este motivo, finales de mayo es el periodo más adecuado si queremos trasplantarlo.

El suelo ideal es un suelo mixto, rico en nutrientes y que garantice un buen estancamiento del agua. Por lo general requiere mucha agua y la tierra debe estar siempre húmeda. El momento adecuado para regar la planta es temprano en la mañana o tarde en la noche, o incluso dos veces al día en días particularmente calurosos. Es importante que no hagas esto durante las horas más calurosas del día. Si decides colocar la albahaca en el exterior, necesitarás macetas de terracota o de plástico. En casa es mejor colocarlas en el alféizar de la ventana para recibir luz directa. Si esto no es posible, se puede utilizar luz LED directa y fría durante unas 12 horas al día.

Cultivar albahaca al aire libre

Cultivar albahaca al aire libre tampoco es difícil. Es importante colocarlo en un lugar donde la temperatura nunca baje de los 15 °C y donde no haya viento. La tierra debe estar siempre húmeda, por lo que el riego debe realizarse dos veces al día en verano y solo una vez en invierno.

Las plantas de albahaca se deben trasplantar a una distancia de unos 20-30 cm entre sí en la temporada en la que las temperaturas nocturnas no bajan de los 15/20 grados. Además, luego de este proceso, se debe esperar a que la planta se recupere antes de utilizar las hojas, mientras que se pueden cortar las flores para favorecer el crecimiento de las hojas.

Las reglas para el cultivo.

Así que recapitulemos: la albahaca es una planta que se puede cultivar tanto en el jardín como en macetas. Prefiere mucha luz, no directa, y prospera en exterior.

Si compramos semillas y queremos que germinen, la mejor época para sembrar es marzo-abril. En este caso tenemos que llenar las macetas de barro dos tercios con tierra universal. En este punto repartimos uniformemente las semillas, que hay que cubrir con otra tierra unos centímetros.

En cambio, si compramos una plántula, es mejor trasplantarla inmediatamente colocando una capa de arcilla expandida en el suelo y utilizando tierra de buena calidad. Las macetas deben colocarse en un lugar de la terraza o balcón donde entre luz durante unas 6-10 horas al día. Es importante que los rayos del sol no sean dirigidos, de lo contrario las hojas podrían quemarse.

La tierra debe regarse con frecuencia y permanecer siempre húmeda, especialmente durante la fase de siembra. Es importante evitar el estancamiento. La albahaca debe regarse una vez al día, preferiblemente por la mañana.

A la planta no le gusta especialmente el frío, por lo que evitamos los cambios bruscos de temperatura y temperaturas inferiores a los 10 grados. Aunque prefiera un ambiente templado, debemos evitar colocarlo demasiado cerca de radiadores.

La albahaca tarda una semana en germinar. Para cosechar las primeras hojas, hay que esperar aproximadamente un mes y primero recoger las hojas más grandes y viejas. Cuando la planta alcanza una altura de unos 15 cm y aparecen las primeras flores, llega el momento de podarla para hacerla más fuerte y robusta.

En invierno, cuando las condiciones climáticas no permiten el nivel adecuado de iluminación, podemos remediarlo exponiéndolas a la luz fría y directa de una lámpara LED durante unas 10 a 12 horas al día, sin olvidarnos de regar y podar cuando sea necesario. . De esta forma tenemos una planta frondosa y albahaca fresca durante todo el año.