En este artículo, vamos a mostrarle algunas formas sencillas de ahorrar mucho dinero. Estos consejos los utilizan los hoteles de lujo. Para saber más, siga leyendo.
Todo lo que necesita para utilizar estos trucos son las clásicas esponjas que usa a diario.
Esponja: el accesorio perfecto para multitud de trucos
Para limpiar tu casa, sólo necesitas una esponja, que incluso está muy de moda en los hoteles de 5 estrellas.
Empecemos por utilizar una esponja en la nevera. Coloca una esponja en un plato y humedécela con un poco de agua y bicarbonato sódico. Introdúcela en el frigorífico para capturar cualquier olor desagradable.
Para limpiar las rejillas del horno, corta una esponja a lo largo, haciendo cuadraditos en la parte blanda. Estos cuadraditos se introducirán en la rejilla para limpiarla mientras permanecen pegados a la esponja.
También puedes cortar la parte blanda de una esponja en cubitos y luego sujetarla con una goma elástica para convertirla en un limpiador de vasos y botellas.
¿Cómo utilizar una esponja para poner en práctica los consejos?
El primer método consiste en coger una esponja y humedecerla con agua. A continuación, escúrrela y métela en una bolsa hermética de las que se utilizan para los alimentos congelados. A continuación, métela en el congelador. Al cabo de 24 horas, la esponja estará sólida. En este punto, es ideal para meterla en una nevera portátil y mantener tus bebidas frescas en todo momento.
Si quieres que tus esponjas duren más, utiliza este truco infalible. Lo primero que tienes que hacer es coger un bol lo suficientemente hondo y añadir un poco de sal y vinagre. Mezcla y sumerge tu esponja. Al cabo de unos minutos, la esponja sucia expulsará la suciedad y durará tres semanas más de lo normal.
Si calientas una esponja en el microondas durante unos 30 segundos, tendrás una esponja libre de bacterias y suciedad, y además podrás limpiar el interior de tu electrodoméstico.
Por último, si tienes una esponja demasiado grande para la cantidad de fregado que tienes que hacer, puedes cortarla por la mitad. Así tendrás dos esponjas más prácticas que durarán el doble.