Acabe con la mala costumbre de dejar sucia la taza de café después de usarla.

Si eres un gran bebedor de café, no te faltarán ocasiones para disfrutar de una generosa taza. Durante una pausa en el trabajo, para empezar bien el día, después de cada comida… las tazas de café están muy solicitadas.

Pero si no las limpias a menudo, pueden mancharse. Según los expertos, esto es un verdadero error. Pero, ¿por qué?

No dejes una taza de café sucia por ahí después de usarla.

Un enjuague rápido no basta para lavar las tazas de café. Hay que mantener una higiene impecable.

Los estudios realizados por un profesor de la Universidad de Arizona han arrojado un resultado alarmante. Al parecer, los residuos de café en la taza que no se eliminan correctamente favorecen la proliferación de bacterias. Estas bacterias son similares a las materias fecales.

El dedo acusador apunta especialmente a las tazas de café de las oficinas, que acumulan un número impresionante de bacterias. Las bacterias se forman por una combinación de restos de café y humedad.

Sin un lavado adecuado, el nivel de proliferación bacteriana es mayor, y esto no deja de tener consecuencias para nuestra salud.

Según el Dr. Gerba, de la Universidad de Arizona, las tazas de café que no se lavan correctamente en el lugar de trabajo contienen bacterias coliformes.

Sin embargo, antes de la limpieza, sólo el 20% de las tazas estaban infestadas. Además de la humedad, la forma en que se lavan las tazas influye mucho en el desarrollo de bacterias similares a las fecales.

¿Cómo se lavan bien las tazas de café?

Además de la propia humedad, los restos de comida en las tazas de café aumentan el riesgo de proliferación bacteriana.

Por residuos de alimentos entendemos los restos de azúcar, leche y migas de pan o galletas. Éstos alimentan a las bacterias, que a su vez crecen muy rápidamente.

Si utilizas la taza sin haberla lavado bien y a fondo, es muy probable que te contamines.

La única forma segura de eliminar las bacterias es lavar las tazas en el lavavajillas. De hecho, deberías acostumbrarte a lavarlas en él después de cada uso.

La combinación de agua caliente y jabón elimina las bacterias. Si no tienes lavavajillas, puedes utilizar un cepillo para fregar las tazas a la perfección y luego aclararlas bien para eliminar los restos de jabón.

También deberías secarlas al aire para asegurarte de que no queda humedad.